viernes, 3 de julio de 2020
Contracolumna ¿POR QUÉ NO SE VA?
jueves, 2 de julio de 2020
El gobiernista El País viene otra vez a México a vender espejitos
Carlos Ramírez
Luego de haber fracasado como modelo de negocios asociado a
connotados miembros del grupo mexiquense de Enrique Peña Nieto, ahora el
periódico español El País anuncia una segunda incursión en México
para vender otra vez espejitos de periodismo.
El periodismo de El País nació del centro del falangismo
franquista español con el empresario Jesús Polanco, pero ha derivado en una
empresa comunicacional servicio del gobierno en turno, sea de izquierda o
derecha, porque las finanzas del imperio Prisa han dependido de los
fondos públicos: en la presidencia del conservador Mariano Rajoy fue la
vicepresidenta del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría el poder dentro de
El País y hoy es el asesor del gobierno socialdemócrata de Pedro Sánchez,
Iván Redondo, el que toma las decisiones.
En este sentido, el periódico El País no es la
catedral del periodismo en castellano, sino apenas una capilla del poder
político de España. Por la crisis económica el accionista principal es el fondo
buitre Amber Capital. Y para que no haya duda de los poderes reales
detrás de El País, el presidente no ejecutivo de Prisa (un cargo más
bien simbólico, que refleja la crisis de propiedad y de poderes dentro del
consorcio) es Javier Monzón, quien a la vez es consejero del Banco Santander,
propiedad de Ana Botín, lo que implica que el dominio accionista de El
País revela poderosos intereses financieros españoles.
El reciente cambio de la directora Soledad Gallego Díaz por
Javier Moreno, que ya fue director, ha sido calificado por el periódico El
Español como indicio de una crisis laboral en el diario por el desplome de
circulación y publicidad, pero también por el reacomodo de grupos de
poder. El sitio El Confidencial ha contado la historia de como el asesor
Redondo, operador del presidente Sánchez, quiere el total control del
periódico El País.
Todo el tinglado alrededor de El País tiene que ver con el
hecho de que el consorcio Prisa fue construido por el falangista Jesús Polanco
para entregarlo de manera simbólica a los gobiernos de la transición
como un periódico progresista, Sean del Partido Popular o del PSOE, los
operadores de El País usan el periódico como diario oficial
del gobierno en turno,
En este contexto, El País tuvo una edición en México en
alianza con el empresario mexiquense Roberto Alcántara, operador del presidente
Peña Nieto. La victoria de López Obrador obligó a El País a
cerrar su edición impresa y quedarse en digital. Hoy El País amplía su
redacción en América y vuelve a poner su edición local, El País
México, sólo que ahora digital por el alto costo de la impresa. Para ello
ha armado una redacción numerosa y ha comenzado a contratar columnistas
y articulistas mexicanos.
La estrategia de El País ha comenzado con la contratación
de colaboradores del sector crítico al gobierno de López Obrador, pero también
está jalando a algunos aliados, como el periodista Jorge Zepeda Paterson en una
función simbólica de consejero del Príncipe desde sus artículos. Por
ahora, la presencia de El País ha estado ocupando los espacios de
información, análisis y reportajes que antes tenían los medios
mexicanos, pero ahora en situación crítica por el desplome de la publicad gubernamental
y dependiendo sólo de articulistas y columnistas críticos.
El periódico El Pañis ha explotado mucho su vertiente
de diario de la transición democrática española, aunque nació un par de años
antes de la muerte de Franco. La aparición de El Pañis fue avalada
por el propio Franco y por su ministro de Gobernación, el conservador Manuel
Fraga Iribarne. Por posición ideológica, El País ocupó con recursos el
espacio abierto con sacrificios, represiones y cárcel por otros
periodistas críticos al franquismo. En enfoque político, El País ha
quedado en el espacio de centro, inclusive en el lado derecho de la
socialdemocracia europea y el lado izquierdo del conservadurismo. Sin embargo,
su oficialismo ha sido evidente en los periodos del largo reinado del
PSOE de Felipe González, aunque con buenas relaciones con el PP de Rajoy y el control
político del diario por la vicepresidenta Sáenz de Santamaría.
Más que una propuesta de periodismo político progresista, El
País en México ha sido un mecanismo de venta de espejitos. En
España El País es el diario oficial del gobierno en turno, sea de
derecha o de izquierda.
-0-
Política para dummies:
La política es el arte de vender espejitos en avances históricos de conquista.
@carlosramirezh
---30---
miércoles, 1 de julio de 2020
El Príncipe Bernardo chantajea a México en nombre de demócratas
Carlos
Ramírez
La carta del embajador retirado y
canciller delamadridista Bernardo Sepúlveda Amor pidiendo que López Obrador no se reúna con Trump forma parte de la
lógica del viejo régimen priísta del
nacionalismo revolucionario y del nacionalismo defensivo. Pero también
puede considerarse, por el lenguaje chantajista
de que México y López Obrador pagarán caro
su apoyo a Trump, como una traición
a los intereses nacionales mexicanos.
El dato mayor de ese documento se localiza
en la intención del diplomático de que México se aleje del gobierno de Donald Trump y de las intenciones de
reelección del presidente estadunidense y se afilie al grupo del candidato demócrata Joe Biden, vicepresidente
de los dos periodos de Barack Obama.
Y ahí, en la sombra de Obama en la elección
presidencial estadunidense de noviembre próximo, se encuentra el eje del gran debate presidencial
estadunidense: los electores votarán entre dos
racismos, el vulgar y abierto de Trump y el silencioso e igualmente dañino
de Obama-Biden, quienes en su gestión en la Casa Blanca fueron los gobernantes
que mayores deportaciones de
hispanos han realizado, al grado de que, con mucha razón, Obama fue calificado
por los hispanos como el deportador en Jefe.
Peor aún: Obama
y su compañero Biden engañaron dos
veces a los hispanos, a quienes les prometieron en cada elección una reforma
migratoria para que votaran por ellos y luego los abandonaron en manos de la Migra.
La peor calificación que tuvo Obama
de los hispanos fue el voto a favor de Trump, después de dos engaños presidenciales.
La carta del Príncipe Bernardo --apodo puesto por
Porfirio Muñoz Ledo para caracterizar el enfoque monárquico de la diplomacia de
Sepúlveda-- de manera mañosa destaca
la tendencia del voto de hispanos a favor de Biden, pero oculta las quejas que a lo largo de doce años expresaros las
minorías por los malos tratos del
gobierno de Obama.
Y en los años en
que los demócratas mantuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes, los
hispanos tampoco vieron reformas
migratorias. Este dato también es
ocultado por el Príncipe Bernardo en
su carta al canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
En esa misiva
el excanciller de Miguel de la Madrid exhibe un chantaje político muy a la manera estadunidense: si México apoya a
Trump y Trump gana las elecciones, existe la posibilidad de que el Partido
Demócrata tenga la mayoría en las dos cámaras y, “de ser ese el caso, el Partido Demócrata se encargará de
pasarle la factura política a México, con nefastas consecuencias del caso”.
Esta frase es incriminatoria del juego sucio del Príncipe Bernardo contra México, aunque,
de manera objetiva, sirviendo a los
intereses demócratas estadunidenses. Es, para decirlo en pocas palabras, un chantaje: o México se distancia de
Trump y López Obrador cancela su
reunión o los demócratas, a la manera de los republicanos, le apretarán las tuercas al gobierno de
López Obrador.
En este sentido,
el Príncipe Bernardo aparece como el mensajero de los chantajistas
demócratas. Porque Sepúlveda dice a renglón seguido: “si gana Biden la presidencia y el Partido Demócrata el congreso, los
últimos cuatro años del mandato del presidente López Obrador habrán de
transcurrir en un ambiente repleto de dificultades en la relación bilateral, en
donde México sería el principal perdedor”.
La carta-chantaje del Príncipe Bernardo no tiene precedente en la diplomacia mexicana y
refleja la subordinación de un
diplomático mexicano a intereses estratégicos y de seguridad nacional de los
EEUU: se trata de un texto que destruye
su prestigio diplomático al presentarlo como denigrante mensajero de los chantajes demócratas. Y esa carta tiene también
una lectura inversa: demócratas y Biden están desesperados por destruir alianzas de Trump --en este caso la de
López Obrador-- porque aun tiene muchas posibilidades para ganar.
La carta al
canciller Ebrard liquida el perfil
diplomático de Sepúlveda al reducirlo
a promotor vulgar de la candidatura de Joe Biden en México y a violar los principios de soberanía amenazando a López Obrador con castigos
de los demócratas si ganan posiciones en las próximas elecciones.
De Príncipe
arrogante, Bernardo Sepúlveda Amor quedó recudido a simple mendigo de los intereses geopolíticos y de seguridad nacional de
Biden y los demócratas y del imperio estadunidense.
-0-
Política para dummies: La política es la tumba de la dignidad.
@carlosramirezh
---30---
Contracolumna • UN INFORME TRIUNFALISTA • AQUÍ NO HA PASADO NADA
martes, 30 de junio de 2020
PIB bajo: no, no es el TCL, sino el inservible modelo de desarrollo
Carlos
Ramírez
Todas las expectativas de la 4T están dependiendo
de los efectos positivos del Tratado
de Comercio Libre en su segunda fase. Sin embargo, desde ahora se puede prever
que no habrá resultados positivos y
el PIB en los próximos años quedará abajo
del 2% promedio anual.
Y no se trata
de alguna maldición gitana, sino de
los razonamientos económicos. El TCL 2.0 dependerá de que México diseñe un
nuevo modelo de desarrollo y una
nueva política económica. En este
sentido, la clave de los beneficios
del Tratado en México está atada a una de las variables desdeñadas por los gobiernos de Salinas de Gortari al actual: la competitividad de la producción; y para
lograrla se necesita de la reconstrucción
total de todos los sectores involucrados en la producción, no sólo en las
fábricas, sino en la educación, la tecnología, la facilidad para crear
negocios, entre muchas condicionantes.
El saldo del
TCL 1993-2020 se puede medir en tres
datos: multiplicación del comercio exterior por 10, tasa promedio anual de PIB de 2.2% y abandono del
Estado de sus tareas de regir el desarrollo. Las razones del fracaso del TCL salinista --íbamos a
ser potencia mundial-- tuvo dos
contradicciones originales: el retiro
del Estado de su función constitucional de ser el rector del desarrollo y la ausencia de una política industrial de Estado. Por ello el TCL depende del sector primario.
Hay dos conjuntos de cifras recopiladas por
el profesor Arnulfo R. Gómez que exhiben fracaso
del TCL, con el dato adicional que el nuevo TCL 2.0 las dejó vigentes.
Primero:
--El PIB de
México en el mundo bajó del lugar 9 en 2001 al 15 en 2019.
--Participación
mundial de las exportaciones mexicana: del 2.58% al 2.35%.
--Cierre de
casi 2,500 empresas exportadores en ese mismo lapso.
--Baja de la participación de productos mexicanos en
la exportación total de 58% en 1993 a 37% en 2018. Este dato revela que México
regresó a país maquilador.
Y segundo:
--De las 140
variables de competitividad, México tiene ventaja en apenas 18 y desventajas en 122.
--México se
localiza en el lugar 48 del índice
de competitividad.
--Lugar 98 en calidad de las instituciones, con
un dato comparativo: Vietnam esta en el sitio 89.
--Lugar 119 en
trámites y regulaciones.
--Lugar 116 en
corrupción.
--Lugar 96 en
eficiencia del mercado laboral.
--Lugar 89 en
capacitación.
--Lugar 114 en
visión de largo plazo.
--Lugar 41 en
complejidad para los negocios.
--Y, entre
otros, lugar 64 en sistema financiero.
A lo largo de
los veintisiete años del TCL 1.0 México descuidó
la construcción de una economía funcional al Tratado; hoy que llega el TCL 2.0
el país encuentra la misma limitación:
no hay un proyecto de Estado en materia industrial, no existe una propuesta de
modernización productiva, el sistema educativo y tecnológico ha sido
sacrificado por la economía de los subsidios sociales.
Otro dato
revelador: México entra al TCL 2.0 con el mismo
modelo sindical de manipulación, lideres corruptos, dirigencias sin
funcionalidad, con jefes sindicales que quieren cargos en el Congreso. Y los
empresarios que debieran ser los emprendedores
del cambio están exigiendo que al Estado que por favor los conduzca, los guie,
los subsidie, los consienta. Y si
los dos motores del modo de
producción carecen de enfoque
autónomo de modernización y desean seguir siendo pilares del régimen del Estado, entonces el TCL 2.0 no detonará el desarrollo, sólo
beneficiará a las empresas que hoy han sacado ventajas en la exportación y, lo
que es más importante, el TCL 2.0 no
contribuirá a subir el PIB arriba del techo de 2% promedio anual.
Si el gobierno
de la 4T quiere potenciar el TCL 2.0
para dar mejores resultados económicos que los gobiernos priistas-panistas de
1993-2018, entonces deberá emprender la gran
reforma del modelo de desarrollo, de la política económica y del Estado de
bienestar. El pacto Estado-trabajadores-empresarios sería la clave para sacarle ventaja al TCL 2.0.
Si no, este TCL 2.0 seré el TCL 1.0 revolcado.
-0-
Política para dummies: La política es la expresión del modelo de desarrollo.
@carlosramirezh
---30---
lunes, 29 de junio de 2020
Contracolumna • 2021 ELECCIONES EN PELIGRO • LA FISCALÍA ELECTORAL, UNA FARSA
¿Y si Trump logra reelegirse como ganó las elecciones de 2016?
Carlos
Ramírez
Para los
periodistas y analistas que basan
sus especulaciones en el archivo y
no en las circunstancias aisladas del momento, el escenario electoral
estadunidense de 2020 es muy similar
al de 2016: el día de las elecciones, como al mediodía, la encuesta del The New York
Times daba tendencia ganadora a la demócrata Hillary Clinton, pero al final
ganó Trump.
Lo de menos fue
el engaño intencionado del NYT para defender sus intereses
liberales. Lo más importante fue la percepción real de que el electorado
estadunidense no se mueve como dicen
las encuestas, los medios, los politólogos y los grupos de interés, sino que
vota por tres variables: los colegios electorales y no el voto
popular, los intereses conservadores
de votantes que dependen del american way
of life o modo de vida americano basado en la explotación, la codicia y la
competencia y el dato variable de que un candidato opositor debe inspirar y Hillary y hoy Biden carecen
de carisma y sólo obedecen a los
intereses del establishment capitalista.
Las elecciones
en los EEUU son analizadas a partir de los intereses de los analistas. La polarización promovida
por Trump sí le ha beneficiado en la
lógica de que la existencia misma de los EEUU depende de su papel hegemónico, dominante e imperial en el mundo, no de la buena voluntad. Los
presidentes liberales que han cedido
espacios imperialistas condujeron a una perdida
del dominio económico y militar de la Casa Blanca.
Los analistas
de fuera de los EUU --como los
mexicanos, por ejemplo-- escriben en función de sus pasiones locales, sin entender la lógica del conflicto estadunidense. Es decir, escriben como
mexicanos enfocando a Trump como si
fuera presidente mexicano y a las masas estadunidenses como si fueran
mexicanas. Es la hora en que analistas mexicanos no han explicado por qué el voto afroamericano e hispano le dio a
Trump el copetito para ganar. Ambos sectores votan como estadunidenses, con sus pasiones, egoísmos e intereses.
No hay datos
del análisis que haya hecho el
canciller Marcelo Ebrard para no oponerse a la visita del presidente López
Obrador a la Casa Blanca, pero su capacidad
de enfoque estratégico tienen elementos adicionales: en el 2016 Ebrard se la jugó con Hillary y hasta hizo un spot pidiendo a los migrantes que
votaran por la demócrata; hoy parece estar permitiendo
que el presidente mexicano deje indicios
de apoyo a Trump --manipulados, pero inevitables-- en función, sin duda, de sus
“otros datos”.
Hasta ahora, en
el ambiente electoral estadunidense se han fijados dos polos: de una parte, los que votan por la continuidad del proyecto Trump, los que votarían por otro si el otro fuera un candidato de
calidad y los sectores conservadores y puritanos;
del otro, los que hasta ahora sólo detestan
a Trump, pero carecen de un proyecto alternativo. Los malos humores,
desesperaciones y enojos de la líder legislativa demócrata Nancy Pelosi revelan
el pesimismo por el casi seguro
candidato Joe Biden, un político mediocre sin
el bloque de poder que tuvieron Obama y Hillary.
Las comunidades
afroamericana e hispana son un buen caudal,
pero a la hora del voto dan más valor a sus intereses conservadores que a la
inexistente y demagógica agenda liberal
de los demócratas. Pocos han hecho el análisis
real del 2016: ¿por qué hispanos y afroamericanos votaron por el racista Trump si Hillary iba a continuar el discurso minoritario social
de Obama? Porque Obama había decepcionado
a sus votantes no blancos: fue el primer presidente afroamericano de los blancos y su misión no fue ayudar a las
minorías sino salvar al capitalismo
anglosajón.
El tránsito
presidencial de Obama a Trump representó el fracaso de la agenda social de los políticos afroamericanos y de
los sectores liberales. No hay indicios seguros de que vaya a repetir el modelo, pero el ambiente
aporta elementos de que las minorías hispanas y afroamericanas no confían --no les inspira-- en el
candidato Biden, un político de tercer
nivel que carga en sus espaldas acusaciones de abusos sexuales, de un discurso racista hacia los afroamericanos y de
los negocios de su hijo en el
extranjero con evidencias de corrupción.
Por eso la pregunta:
¿y si gana Trump y repite el
escenario de suerte que le tocó a Peña Nieto en agosto de 2016?
-0-
Política para dummies: La política es la sensibilidad para identificar la
aguja y el pajar.
@carlosramirezh
---30---