Carlos Ramírez
A la memoria siempre viva
de la gran amiga Lucha Garza
y abrazo fraternal el Meme
En una de sus
conferencias de prensa en medio de la pandemia, el presidente López Obrador
fijó el papel del Estado citando el
artículo 25 institucional que impone la rectoría del Estado en la economía. Paradójicamente, el concepto fue
incluido en la reforma neoliberal
del presidente Miguel de la Madrid de diciembre de 1983 y consolidada por la reforma neoliberal del gobierno de Salinas de
Gortari.
En todo caso,
la ambigüedad de aquellas reformas
que redujeron el Estado a su dimensión mínima y le cedieron al mercado el dinamismo de la producción y la
distribución; de todos modos, el bloque de artículos que construyeron el capítulo económico de la Constitución
--artículos 25, 26, 27 y 28-- puede servir
para reconstruir el papel del Estado como el dinamo de la economía, Y
con el articulado existente, el Estado tiene la tarea prioritaria de modelar el desarrollo, distribuir la riqueza y
el ingreso y sentar las bases de una justicia social distributiva.
Sin embargo, el
Estado en la 4T no ha asumido sus
funciones de motor del desarrollo ni de la rectoría del Estado.
Si el eje de la 4T son los artículos 25, 26,
27 y 28 constitucionales, entonces desde su inicio debió de haberse dado la reforma del Estado salinista neoliberal
y de definirse las bases del nuevo
Estado social.
En la pandemia
y ahora en la reactivación económica no
existe la conducción del Estado para moderar efectos nocivos, ni para definir
los rumbos productivos, ni para apoyar a la planta productiva y el
empleo. Es más, el modelo de
desarrollo es el heredado del ciclo
neoliberal 1983-2018 basado en el Tratado de Comercio Libre y en su enclenque y
en retroceso planta productiva con bajos y nulos niveles de competitividad.
Es decir, a la
4T le falta el modelo de desarrollo
para crecer, distribuir y subir en el escalafón internacional de
competitividad. Hoy en día Vietnam, país aún en precarias condiciones de
subdesarrollo, tiene más potencial económico que México y lo revelan las cifras
de comercio exterior: México es deficitario.
El artículo 25
es más que sólo el concepto de
“rectoría del Estado”. La rectoría implica el papel del Estado como el eje del desarrollo. Para ello, dice el
tercer párrafo del artículo citado por el presidente de la república, “el
Estado planeará, conducirá, coordinará y
orientará la actividad económica nacional”. Y la rectoría acepta la concurrencia de los sectores público, privado y social.
La rectoría del
Estado no radica solamente en el
ejercicio de la autoridad institucional, sino que se basa en la definición del modelo de desarrollo, en
el uso del presupuesto público para dinamizar
sectores, en la política fiscal para financiar el desarrollo y despuntar los
extremos de la riqueza y la miseria y en la obra pública como detonadora de la inversión privada.
Asimismo, la
rectoría del Estado cuenta con tres
instrumentos constitucionales hoy sin rumbo: primero, el Plan Nacional de
Desarrollo programático que defina áreas productivas, apoyos en bienes de
capital y definición de áreas que potencien otros sectores; segundo, el Sistema
Nacional de Información Estadística y Geográfica y un Consejo Nacional de
Evaluación de Política Social; los tres, el PND, el INEGI y el CONEVAL, han
sido disminuidos con miras a anularlos.
Si la
invocación del presidente López Obrador del artículo 25 constitucional que
define la rectoría del Estado fue el anuncio
de una reforma integral del aparato neoliberal
salinista, entonces en el corto plazo debiera venir cuando menos la definición
de tres instrumentos de la
reactivación productiva: un nuevo plan
de desarrollo, una nueva política
económica y un nuevo Estado de
bienestar.
Sin embargo,
hasta ahora la rectoría del Estado carece
de una propuesta de definición del nuevo Estado económico de bienestar de la
4T. Lo malo del caso es que ya pasó
año y medio, la economía se hundió en la depresión económica por el coronavirus y no existe hasta ahora ningún
plan o programa de reactivación con reconstrucción
del aparato productivo y no se conocen leyes o instrumentos de redistribución del ingreso para conocer
el modelo de justicia distributiva de la 4T.
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Política para dummies: La política es el todo de uno.
@carlosramirezh
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