JOSÉ MARTÍNEZ M.
 Cuando el presidente Salinas privatizó Telmex, Cuauhtémoc Cárdenas 
respaldado por Obrador y Muñoz Ledo presentaron una denuncia por 
traición a la patria. El PRI en el poder le dio carpetazo a la demanda 
que se presentó ante el Congreso, la Suprema Corte y la PGR. Carlos Slim
 se hizo inconmensurablemente rico y Salinas creó a su alrededor un 
grupo de poder que lo hizo intocable.
 Así nació la mafia del poder. 
 Gobiernos van, gobiernos vienen, y Slim sigue acumulando riquezas.
 Si el presidente Obrador pretende abrir un proceso penal contra los 
últimos cinco expresidentes (Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña), 
tiene argumentos de sobra. La esencia de tal propósito consiste en una 
especie de juicio sumario basado en el tema de la corrupción. Un 
maxiproceso de esta dimensión sería como abrir la caja de Pandora. 
 
Obrador tiene los argumentos jurídicos para proceder en contra de 
Salinas y Slim, pero en realidad su discurso y sus encuestas para 
enjuiciar a los expresidentes tienen un carácter exclusivamente político
 y netamente populista. Si se quiere proceder contra los expresidentes 
nada lo impide. Si de una carpeta de investigación se desprenden 
elementos que hagan suponer la probable responsabilidad de quien ocupó 
la titularidad del poder ejecutivo, ello es suficiente para abrir un 
proceso judicial.
 Pero al revés Obrador se ha hecho cómplice de los 
expresidentes al incorporar a su círculo íntimo del poder a los 
empresarios beneficiarios del salinismo y de otros gobiernos, como Slim,
 Salinas Pliego, Azcárraga, los Hank y al propio Alfonso Romo.
 En 
los últimos 30 años Obrador ha mantenido un discurso antisalinista. 
Acusó al expresidente de haberse amafiado con Slim. Pero a la hora de la
 verdad no actúa. Tiene el poder pero muestra poco ánimo para hacerlo, 
está a tiempo para emprender acciones y se muestra pusilánime.
 En el
 año 2023, uno antes de que concluya su mandato, Obrador deberá 
refrendar el Título de Concesión de Telmex que Peña Nieto dio entrada en
 el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
 Vayamos por partes:
 Salinas le otorgó a Slim en 1990 un título de Concesión por 26 años 
para explotar comercialmente a la telefónica. En el primer año las 
ganancias de Telmex fueron espectaculares: 8 billones de pesos. Con ese 
dinero Slim quería comprar los cinco principales bancos de México, pero 
le dijeron que no. Slim todo lo quería comprar. Su apetito insaciable lo
 llevó a crear América Móvil basado en el esquema de Telmex y se 
expandió a 30 países. Llegó a la cima del poder y el dinero. Durante 
cuatro años (2010-2014) Slim encabezó la lista de Forbes como el más 
rico del mundo.
 A cambio de 7 mil millones de pesos (280 millones de
 dólares), Peña Nieto le dio entrada a la petición de Slim en diciembre 
de 2016 para la renovación del Título de Concesión por otros 30 años. De
 esa manera Slim y sus descendientes tienen garantizada la explotación 
comercial hasta el año 2056 de la telefónica. Pero todo dependerá de la 
decisión de Obrador quien deberá refrendar la solicitud de Slim.
 Si 
el presidente Obrador realmente está comprometido con abrir un proceso 
contra los expresidentes, tiene de sobra muchos argumentos. El caso 
Telmex-Salinas es un ejemplo de ello.
 Este caso que involucra tanto a
 Salinas como a Peña puede ser el punto de partida. Cárdenas, Muñoz Ledo
 y Obrador acusaron a Salinas de traición a la patria por entregar 
Telmex a Slim. 
 El refrendo del Título de Concesión se le dará a 
Slim en marzo de 2023, tres años antes del vencimiento del actual 
título. La prórroga será por 30 años y está sujeta a la aceptación por 
parte de Telmex de las condiciones de esta resolución y las nuevas que 
resulten aplicables en el nuevo título.
 El 8 de diciembre de 2016 el
 Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) resolvió, en 
cumplimiento a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, con
 una votación mayoritaria de seis a uno, prorrogar la vigencia de la 
concesión para construir, instalar, mantener, operar y explotar una red 
pública telefónica, otorgada a Teléfonos de México, S.A.B. de C.V., 
(Telmex) en el año 1990.
 Si bien el título de concesión de Telmex 
vence hasta el año 2026, de acuerdo con la ley los concesionarios deben 
solicitar la prórroga de sus concesiones a más tardar en el año previo a
 la última quinta parte de la vigencia de su concesión, y el Instituto 
debe resolver lo conducente dentro de los 180 días siguientes a la 
solicitud.
 La prórroga de vigencia de dicha concesión será por 30 
(treinta) años contados a partir del 11 de marzo de 2026 y está sujeta a
 que Telmex manifieste por escrito, dentro de los 15 (quince) días 
hábiles posteriores a que surta efectos la notificación de la resolución
 respectiva, la aceptación de las siguientes condiciones:
 a) Que el 
IFT le notificará, dentro del primer trimestre calendario del año 2023, 
el proyecto de título de concesión habilitante para la prestación de los
 servicios respectivos, de conformidad con la normatividad vigente en 
ese momento, y
 b) Que en un plazo de 30 (treinta) días hábiles, 
contados a partir de la notificación del proyecto de título de concesión
 señalado en el inciso anterior, Telmex manifieste por escrito al 
Instituto su conformidad con las condiciones que al efecto se 
establezcan en el citado proyecto de título de concesión.
 En caso de
 que Telmex no dé puntual cumplimiento a las condiciones anteriormente 
descritas, dentro de los plazos establecidos para tales efectos, quedará
 sin efectos la prórroga otorgada. VER a continuación el enlace del 
acuerdo del IFT: 
 (http://www.ift.org.mx/…/el-pleno-del-ift-prorrogo-telmex-la…) 
 Si obrador busca castigar a sus antecesores por actos de corrupción, 
muchos empresarios –al menos una veintena de ellos pertenecientes a la 
lista de la Mafia en el Poder– deberán ser incluidos en las 
investigaciones.
 Lo malo es que con el tabasqueño no sabe uno a qué 
atenerse. Un día dice una cosa, otro día dice otra. Cambia con facilidad
 su manera de ser. Todos somos testigos que se trata de un político 
voluble que se rige por sus estados de ánimo. No hay ninguna certeza en 
sus palabras. Su ambivalencia la vemos todos los días en su mañanera. 
Como un péndulo su pensamiento primero oscila hacia un lado y luego 
hacia el contrario, por esa razón mantiene sentimientos opuestos hacia 
una misma persona. Manuel Bartlett es un ejemplo de ello: primero se 
refería a él como un pillo como lo exhibió en su libro “Entre la 
historia y la esperanza” (editorial Grijalbo 1995) y luego lo elevó a 
los altares de la patria como una víctima del sistema. (https://www.e-consulta.com/…/amlo-ya-denuncio-la-fortuna-de…).
 Lo mismo ocurre con La Maestra, a la que primero la incluyó en los 
anexos de la Mafia del Poder y luego la purificó al igual que Barteltt (https://expansion.mx/…/…/11/04/la-mafia-del-poder-segun-amlo)
 Obrador ve a los expresidentes como sus enemigos a quienes ha colocado 
en el limbo, es decir al borde del infierno, pero a los que primero 
busca someter a las leyes terrenales de la cuarta transformación.
 
Salinas y Slim serían un buen comienzo para empezar a cumplir la palabra
 empeñada, de lo contrario Obrador pasará a formar parte de las 
complicidades del poder. 
 MAÑANA publicaremos en este espacio la 
demanda de Cárdenas, Muñoz Ledo y Obrador contra Salinas y Slim por el 
delito de traición a la patria
 
