domingo, 28 de junio de 2020

Crisis de seguridad, desafío al Estado, instituciones y sociedad


Carlos Ramírez

 

El atentado contra el secretario de Seguridad del gobierno de Ciudad de México, la versión de que otros funcionarios estaban en una lista mortal y la paternidad de la ofensiva al Cártel Jalisco Nueva Generación anuncia una nueva fase de la inseguridad con la rebelión: la guerra al Estado.

El ataque del CJNG fue un mensaje al Estado: ocurrió en la capital de la república, exhibió armas de poder superior al de las corporaciones policiacas y no se trató de una disputa territorial. El CJNG lanzó un desafío al Estado.

El contexto debe tomarse en cuenta:

1.- La ofensiva de la DEA contra el CJNG con el arresto de más de 600 narcos en los EEUU en marzo pasado y el aviso de la orden de Trump para lograr la captura del capo Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho en México, dentro de la denominada Operación Python. Fuerzas de inteligencia y de seguridad estadunidenses ya operan dentro de México para capturar a El Mencho.

2.- La versión ni confirmada ni desmentida en el sentido de que El Mecho habría muerto en una escaramuza o por enfermedad, generando reacomodos en los mandos del CJNG.

3.- La expansión violenta del CJNG en territorios ajenos, pasando por guerras violentas en Michoacán, Guanajuato y Oaxaca.

4.- La reorganización y reequipamiento armado del CJNG con armas compradas en los EEUU, superando la planta armada de las policías formales en México. Sólo algunas partes de la Guardia Nacional tienen armamento superior. Y las amenazas de El Marro de atentados como un carro bomba en la refinería de Salamanca. Además, las amenazas de Ovidio de estallar, en octubre pasado, carros bombas en zonas habitacionales militares donde estaban mujeres y niños.

5.- Las revelaciones del general secretario Luis Cresencio Sandoval en el sentido de que seis cárteles se diputan el control del Valle de México, en primer lugar el CJNG, lo que representó el primer aviso de que la inteligencia militar estaba ya monitoreando a los grupos criminales.

6.- La anunciada visita del presidente López Obrador a la Casa Blanca para formalizar la segunda fase del Tratado de Comercio Libre, pero en el escenario lateral de la inseguridad y las operaciones de la Casa Blanca contra grupos criminales transnacionales que nacieron en México y controlan la venta de droga al menudeo en miles de ciudades estadunidenses.

7.- La congelación de cuentas realizada por la Unidad de Inteligencia Financiera al CJNG que causó enojos en el grupo criminal y la puesta del jefe de esa unidad, Santiago Nieto, en la lista de atentados.

8.- La publicación del decreto el 11 de mayo para enviar a las fuerzas armadas regulares a labores de seguridad pública y la respuesta de sectores nacionales para impedir esa decisión en la Suprema Corte de Justicia.

9.- Las evidencias de que sólo las fuerzas armadas cuentan con la capacidad, logística, armamento, entrenamiento e inteligencia para encarar el avance de grupos criminales como el CJNG.

10.- La definición por parte del gobierno mexicano de tres objetivos criminales a capturar en el corto plazo: El Mencho, El Marro de Guanajuato y Ovidio López Guzmán, hijo de El Chapo y uno de los jefes del Cártel de Sinaloa.

11.- Los indicios de que el gobierno mexicano estaba escalando, por presiones sociales y por desafío criminal, su estrategia de seguridad basada en la no confrontación contra los cárteles. Esta decisión de paz estaba sustentada en un criterio indispensable: que los cárteles dejaran de generar violencia en sus actividades y en su conquista de mercados y territorios. Sólo el CJNG, el Cártel de El Marro y Ovidio se negaron a acatar esos criterios. El decreto del 11 de mayo fue el aviso de que las fuerzas armadas volverían a seguridad pública en el nivel de seguridad interior.

12.- La certeza de que el funcionamiento de esos tres capos y sus respectivos cárteles no configuran actividades de seguridad pública que afecten al ciudadano y sus propiedades, sino que ha llegado a los dos niveles superiores; la seguridad interior que vela por el funcionamiento del Estado y sus instituciones para una paz que represente desarrollo y la seguridad nacional que vigila la soberanía nacional que pudiera estar siendo violada por el carácter transnacional de esos cárteles vía las ofensivas de seguridad de la Casa Blanca.

El CJNG declaró la guerra al Estado, no a la seguridad pública policiaca.

 

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Política para dummies: La política llega hasta donde la guerra comienza.

 

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