Carlos
Ramírez
El atentado contra el secretario de
Seguridad del gobierno de Ciudad de México, la versión de que otros
funcionarios estaban en una lista
mortal y la paternidad de la
ofensiva al Cártel Jalisco Nueva
Generación anuncia una nueva fase de la inseguridad con la rebelión: la
guerra al Estado.
El ataque del CJNG fue un mensaje al Estado: ocurrió en la capital de la república, exhibió
armas de poder superior al de las corporaciones policiacas y no se trató de una
disputa territorial. El CJNG lanzó un
desafío al Estado.
El contexto debe tomarse en cuenta:
1.- La ofensiva de la DEA contra el CJNG con el arresto de más de 600 narcos en los EEUU en marzo pasado y el aviso de la orden de Trump para lograr la captura
del capo Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho en México, dentro de la
denominada Operación Python. Fuerzas
de inteligencia y de seguridad estadunidenses ya operan dentro de México para capturar a El Mencho.
2.- La versión
ni confirmada ni desmentida en el sentido de que El Mecho habría muerto
en una escaramuza o por enfermedad, generando reacomodos en los mandos del CJNG.
3.- La expansión violenta del CJNG en territorios ajenos, pasando por
guerras violentas en Michoacán, Guanajuato y Oaxaca.
4.- La
reorganización y reequipamiento armado del CJNG
con armas compradas en los EEUU, superando la planta armada de las policías
formales en México. Sólo algunas
partes de la Guardia Nacional tienen armamento superior. Y las amenazas de El Marro de atentados como un carro
bomba en la refinería de Salamanca. Además, las amenazas de Ovidio de estallar, en octubre pasado, carros
bombas en zonas habitacionales militares donde estaban mujeres y niños.
5.- Las revelaciones del general secretario
Luis Cresencio Sandoval en el sentido de que seis cárteles se diputan el control del Valle de México, en primer lugar
el CJNG, lo que representó el primer aviso de que la inteligencia
militar estaba ya monitoreando a los grupos criminales.
6.- La
anunciada visita del presidente
López Obrador a la Casa Blanca para formalizar la segunda fase del Tratado de
Comercio Libre, pero en el escenario lateral
de la inseguridad y las operaciones de la Casa Blanca contra grupos criminales transnacionales que nacieron en México
y controlan la venta de droga al menudeo en miles de ciudades estadunidenses.
7.- La congelación de cuentas realizada por la
Unidad de Inteligencia Financiera al CJNG
que causó enojos en el grupo criminal y la puesta del jefe de esa unidad,
Santiago Nieto, en la lista de
atentados.
8.- La
publicación del decreto el 11 de
mayo para enviar a las fuerzas armadas regulares a labores de seguridad pública
y la respuesta de sectores
nacionales para impedir esa decisión
en la Suprema Corte de Justicia.
9.- Las evidencias de que sólo las fuerzas
armadas cuentan con la capacidad, logística, armamento, entrenamiento e
inteligencia para encarar el avance
de grupos criminales como el CJNG.
10.- La definición por parte del gobierno
mexicano de tres objetivos
criminales a capturar en el corto plazo: El
Mencho, El Marro de Guanajuato y
Ovidio López Guzmán, hijo de El Chapo
y uno de los jefes del Cártel de Sinaloa.
11.- Los
indicios de que el gobierno mexicano estaba escalando, por presiones sociales y por desafío criminal, su
estrategia de seguridad basada en la no
confrontación contra los cárteles.
Esta decisión de paz estaba sustentada en un criterio indispensable: que los cárteles
dejaran de generar violencia en sus actividades y en su conquista de mercados y
territorios. Sólo el CJNG, el Cártel de El Marro y Ovidio se negaron
a acatar esos criterios. El decreto del 11 de mayo fue el aviso de que las fuerzas armadas volverían a seguridad pública en
el nivel de seguridad interior.
12.- La certeza de que el funcionamiento de
esos tres capos y sus respectivos cárteles no configuran actividades de
seguridad pública que afecten al
ciudadano y sus propiedades, sino que ha llegado a los dos niveles superiores;
la seguridad interior que vela por
el funcionamiento del Estado y sus instituciones para una paz que represente
desarrollo y la seguridad nacional
que vigila la soberanía nacional que pudiera estar siendo violada por el
carácter transnacional de esos
cárteles vía las ofensivas de seguridad de la Casa Blanca.
El CJNG declaró la guerra al Estado, no a la seguridad pública policiaca.
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Política para dummies: La política llega hasta donde la guerra comienza.
@carlosramirezh
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