martes, 3 de noviembre de 2020
Contracolumna • PUEBLA SUMIDA EN UNA CRISIS POLÍTICA • BARBOSA, MANO DURA CONTRA LA BUAP
EE. UU. 2020 (5). Trump interrumpió geopolítica Bush-Obama post 9/11
Carlos Ramírez
Detrás de la campaña personal
del establishment demócrata-republicano para impedir la reelección de Donald Trump no se localiza un enfoque decente
de la política ni la defensa de la supuesta democracia, sino el intento de regresar la estrategia de seguridad
nacional estadunidense al modelo imperial
definido por George Bush Jr. y Barack Obama en sus programas oficiales de
seguridad nacional.
En este contexto debe leerse también la carta abierta de casi
quinientos funcionarios de la comunidad de inteligencia y seguridad nacional de
los últimos treinta y cinco años --desde Reagan hasta los despedidos por
Trump-- denunciando que Trump había abandonado
los principios de la geopolítica estratégica de la Casa Blanca basados en la
guerra, el posicionamiento territorial en el mundo y la lucha antiterrorista
como eje del imperialismo del
complejo militar-industrial-mediático.
La comunidad neoconservadora posterior
a los ataques terroristas del 2001 fue delineada
por el presidente Bush en su Estrategia
de Seguridad Nacional 2002: “la defensa de la Patria y la defensa basada en
misiles forman parte de la seguridad
mayor y son prioridades esenciales para los EE. UU.” Con esos principios logró
Bush Jr. el apoyo y aval de los
demócratas en el congreso, entre ellos el voto
de los senadores Barack Obama y Hillary Clinton a favor de la invasión a Irak
en 2003 basados en inteligencia falsa
inventada por el MI6 de Inglaterra y la CIA norteamericana.
A pesar de usar como engañifa
el discurso de Berlín en su campaña electoral en 2008 a favor de la nueva paz
sin misiles ni marines, Obama refrendó
los principios del modelo de Bush Jr. y sus estrategas encabezados por el perverso Dick Cheney y los halcones reaganianos, puso como
secretaria de Estado a Hilary Clinton por su perfil guerrerista. Por cierto, entre los halcones de Bush Jr. estaba John Bolton, que fue consejero de
seguridad nacional de Trump y salió despedido
por tratar de imponer su modelo bushiano-obamista de seguridad estratégica
imperialista.
Aunque Trump aprobó su Estrategia de Seguridad Nacional 2017
con los mismos principios de Bush
Jr. y Obama, en los hechos desactivó
la diplomacia de las cañoneras, se
salió de la lógica guerrerista en el medio oriente, dialogó con el líder
comunista de Corea del Norte y busco entendimientos con el ruso Putin y el
chino Xi Jinping, contrariando a la
comunidad de los servicios militares y civiles del conservadurismo militarista.
La historia más completa y ampliada del modelo de diplomacia militarista de los neoconservadores del
periodo 2001-2003 la cuenta el analista Alex Callinicos en su libro Los nuevos mandarines del poder americano
(Alianza Editorial, 2003). La elección de Obama, el papel militarista de Hillary Clinton y su candidatura presidencial en
2016 desdeñando al pasivo Joe Biden y la victoria de Trump en 2016 por encima de los poderes fácticos del
complejo militar-industrial--mediático del nuevo establishment estadunidenses
completan el cuadro político para
entender las razones de la campaña
concertada para derrotar a Trump en la reelección y regresar a los EE. UU. al modelo imperial conquistador tipo Imperio
Romano.
Por tanto, las acusaciones de racismo, mala educación y
agresividad contra Trump quieren aplastar
el hecho de que cuando menos el 45% de los estadunidenses apoya el modelo de Trump que ha marginado las invasiones, las
guerras y el papel de superpolicía para centrarse en la economía. La política
migratoria de Trump responde a las
demandas de los estadunidenses caucásicos e hispanos que no quieren invasiones de migrantes para competir por las pocas
plazas y la política exterior se basa en que el terrorismo es una respuesta de las comunidades árabes
radicales contra la presencia estadunidense en territorios árabes para imponer una democracia tipo
estadunidense.
La alianza de
operadores y seguidores de Bush con operadores y seguidores de Obama contra
Trump responde, en consecuencia, a su exclusión
del modelo imperial de Trump para buscar el regreso de los viejos imperialistas tipo Reagan, Bush Sr., Cheney y
Hillary Clinton. En este sentido, la elección presidencial de hoy martes redefinirá el papel imperial de los EE.
UU. entre las cañoneras o el del
dólar y el comercio.
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Política para dummies:
La política sólo define posiciones estratégicas de seguridad nacional de grupos
de poder.
@carlosramirezh
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