domingo, 3 de mayo de 2020

¿Descuido, descontrol, traición? Secretaria de Economía con CCE




@carlosramirezh
 
  Con lo suspicaces que se han vuelto en Palacio Nacional, la presencia de la secretaria y del subsecretario de Economía en el seminario del Consejo Coordinador Empresarial para presionar por un acuerdo de rescate del país de la crisis económica por el virus podría tener esta semana un desenlace drástico.
En los pasillos del poder se quejan de la falta de sensibilidad de algunos funcionarios de la 4T para entender el manejo de la crisis por el presidente de la república. En varias conferencias matutinas recientes López Obrador arremetió contra los empresarios que quieren plan anticrisis porque, dice el presidente, buscan un nuevo Fobaproa para rescatar empresas.
La secretaria Graciela Márquez Colín y el subsecretario Ernesto Acevedo Fernández avalaron al CCE con su presencia en la mesa virtual de empresarios y con ello fracturaron el frente gubernamental. Y lo peor, dicen en círculos del poder, se localiza en el hecho de que les otorgaron la razón a los grupos empresariales que quieren un plan de rescate que pase por la anulación del tren maya, de la refinería en Dos Bocas y del aeropuerto en Santa Lucía.
Lo que reveló la presencia de dos altos funcionarios del gabinete presidencial en una reunión desvirtuada desde Palacio Nacional fueron dos cosas: la falta de información dentro del gobierno sobre los requerimientos presidenciales de apoyo de su gabinete y la ausencia total de una instancia de coordinación interna en el gabinete, función que debiera de realizar la florero Olga Sánchez Cordero en su función deslavada de secretaria de Gobernación.
El subsecretario Acevedo Fernández, encargado del área de Industria, Comercio y Competitividad, desentonó con el mensaje de tranquilidad que hace todas las mañanas el presidente López Obrador y su discurso de crisis controlada porque el funcionario afirmó que la crisis del coronavirus puede durar de año y medio a tres años, dejando caer su declaración de que no es una crisis temporal. Adelanto que el PIB de 2020 podría ser de -6%, cifra que manejan los organismos internacionales, pero que ha sido vetada para ser usada por funcionarios gubernamentales.
Y por si fueras poco, la secretaria Márquez Acevedo saludó con entusiasmo el acuerdo del CCE con el Banco Interamericano de Desarrollo para créditos a pequeñas y medianas empresas para resistir la crisis, cuando el presidente López Obrador no sólo los atacó, sino que dijo que eran una forma de corrupción.
La secretaría de Economía salió del ámbito académico de El Colegio de México, es doctora en economía y ha escrito libros de historia económica. En los hechos, no es una improvisada. La tarea de Márquez Colín es la de reconstruir la economía para sacarla del territorio del neoliberalismo comercial 1983-2018 y ponerla a tono con un aparato productivo que busca redefinir dentro del Estado la 4-T.
La presencia virtual --por aquello de la sana distancia-- fue oficial, se anunció con tiempo y nadie desde Palacio dijo algo para evitarla. La doctora Márquez Colín se había movido, antes de su cargo de secretaria del gabinete presidencial, con bastante reconocimiento en los sectores académicos y empresariales.
El CCE había tenido contactos oscilantes con Palacio Nacional porque por su función institucional debe de reunirse con funcionarios y el presidente de la república. Sin embargo, en el gobierno federal no se ha aceptado su papel promotor de una alianza plural --con oposición y disidentes incluidos-- para diseñar una estrategia de rescate y reconstrucción de la economía a base de subsidios a los sectores productivos. El plan anticrisis de Palacio ya se definió: blindar sectores sociales marginados y obras emblemáticas y créditos de 25 mil pesos, sin más apoyos a empresas y trabajadores.
LEVARIO. Reconocido por su ejercicio periodístico profesional, el escritor Marco Levario Turcott, hoy director del sitio www.etcetera.com.mx , denunció con pruebas varias amenazas de muerte en las redes por el tono crítico de sus comentarios en las redes. El lenguaje de los mensajes es preocupante porque Levario sólo tiene la fuerza de sus escritos, de sus análisis y de su nombre, en tanto que las amenazas son anónimas y tienen el tufo de sectores radicales de choque de la 4T.