Carlos Ramírez
A pesar de que una de las responsables de seleccionar a los
nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral afirmó que este organismo
había sido producto de un grito de “ya basta” de la sociedad, en realidad, el
IFE-INE fue una creación magistral del presidente Carlos Salinas de Gortari
para transitar de una Comisión Federal Electoral a un organismo manejado por
una élite intelectual vinculada al Grupo (A)Nexos.
La sociedad mayoritaria dejó pasar el fraude de 1988. Pero
Salinas se vio presionado por la globalización del Tratado y cedió a
medias en dos organismos semi autónomos: la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos y el IFE. La clave del funcionamiento fue hacerlos
depender de los hilos centrales del Estado autoritario priísta y creó dos
oficinas en apariencia autónomas, pero en los hechos garantes del
funcionamiento del sistema-PRI… aún sin el PRI.
El primer consejo ciudadano del IFE no fue ciudadano. Su
presidente fue José Woldenberg, un representante del Grupo (A)Nexos
entonces orgánico a Salinas. La coartada de Woldenberg fue su militancia
en las dos derivaciones del viejo Partido Comunista, el PSUM y el PMS. Sin
embargo, pertenecía a la izquierda institucional atada al modelo
ideológico del PRI. Ahí, en el acuerdo Salinas-Nexos está el huevo de la
serpiente del hoy INE.
De Woldenberg a Lorenzo Córdova Vianello se ha creado un cruce
de intereses de élites, de grupos de poder que atravesaron los valores
del PRI, del PAN y del PRD, los tres partidos funcionales al sistema-PRI:
construir una democracia procedimental que deje en manos del Estado (priísta)
los mecanismos electorales. A diferencia de otros Estados que son cuerpos
plurales, en México el Estado fue, es y será priísta en tanto no se
reconstruyan el sistema político y el régimen de gobierno.
En la designación de los últimos cuatro consejeros electorales
la sociedad se distrajo con el mecanismo de nominación y votación, pero quedó
ajena a la estructura de funcionamiento del INE como guardián
supranacional del régimen priísta. El funcionamiento del Institución gira en
torno a un consejo general designado por los partidos para vigilar… a
los partidos. Sólo en países de democracia autoritaria los partidos se
vigilan y complacen a sí mismos. Los nuevos cuatro consejeros llegan como
cuotas a Morena como partido mayoritario.
El INE se ha convertido en un organismo autoritario, con
reglamentos que se imponen sobre la Constitución; varios periodistas estuvieron
a punto de ser encarcelados por ejercer la libertad de expresión y, según
Córdova, violar reglamentos operativos. El absurdo fue destruido por el Tribunal
Electoral que tumbó sanciones y castigos porque Córdova estaba coartando
la libertad de opinión.
El mecanismo de consejo general votado por partidos y la
presencia de partidos en ese mismo consejo exhiben el absurdo de la
democracia mexicana que se acota a sí misma. Mientras los partidos voten
consejeros y a la vez tengan asientos en el consejo general, la democracia
mexicana será una pantomima por el hecho de que consejeros y consejo
general están limitados de manera directa por los partidos.
Una verdadera transformación electoral implicaba la reforma
total del INE, la desaparición de los consejeros electorales no sólo por caros
y elitistas en sus ingresos y privilegios, sino porque constituyen un filtro al
ejercicio de la verdadera democracia. La genialidad política del
presidente Salinas de Gortari vendió un IFE controlado por el gobierno y
Zedillo sólo sacó a Gobernación de la presidencia de ese IFE como negociación
para que los partidos de oposición aprobaran su programa anticrisis con aumento
de 50% del IVA, pero dejo el control de Estado.
En los hechos, el INE no es autónomo. Córdova tuvo que pactar
su designación. El consejero presidente Luis Carlos Ugalde fue impuesto
por la maestra Elba Esther Gordillo en acuerdo con Calderón y el PAN. Leonardo Valdés
Zurita fue pactado con el PRD de Los Chuchos ya atados al PRI.
Cada consejero que ha tenido el IFE-INE trae compromisos con algún partido.
El tema electoral real es otro: el IFE-INE es una estructura
salinista para perpetuar el modelo político de sistema-PRI del Estado,
aunque el PRI llegue a desaparecer.
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Política para dummies:
La política es la habilidad para vender por democracia lo que impide la
democracia.
@carlosramirezh
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