Carlos
Ramírez
1.- La jefa de
gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quiso ser irónica el martes al explicar la marcha violenta del lunes y sobre
todo justificar la inacción
policiaca, sólo que con una mueca y no con una sonrisa: “ayer se quedaron con
las ganas de ver a un policía
reprimiendo”.
Y así fue: los
policías no intervinieron en dos
ocasiones ante los desmanes de los grupos violentos. Pero el saldo de la inacción policiaca del lunes fue alto:
10,200 comercios afectados y pérdidas por 70 millones de pesos en la zona del
Centro Histórico. Sin embargo, esos comercios han pagado sus impuestos para
obtener seguridad y sólo han recibido un “ni
modo, alguien tiene que pagar”.
El problema no radica en la inacción policiaca.
Para ello, entonces habría que disolver
a los cuerpos policiacos y que cada comercio contrate seguridad
privada. Sheinbaum desapareció el
cuerpo de granaderos y trasladó en
automático esas labores a grupos especiales de policías con funciones de… granaderos.
Las fuerzas de
seguridad estatales tienen ya
reglas, protocolos y leyes para el uso de la fuerza, pero ninguno de los policías destinados a esas labores siquiera las ha
ojeado. Lo más grave le toca a alcaldes y gobernadores: no han capacitado a sus fuerzas de seguridad en las calles para respetar derechos humanos, negociar con movimientos sociales y contener protestas violentas.
Más grave aun:
las fuerzas policiacas no aprenden siquiera de sus propios errores: los granaderos reprimiendo en el 60 estudiantil,
los grupos de choque de los sótanos del Estado en 1971 con el halconazo,
los golpes a maestros en el zócalo en 1977, la golpiza a campesinos en
Atenco y ahora el asesinato de un
ciudadano en Jalisco por no portar cubrebocas y la agresión a una adolescente en Ciudad de México por
protestar contra ese asesinato.
Hoy están igual, que es decir peor.
Los gobiernos
municipales y como apoyo los estatales van a tener trabajo extra con las protestas que vienen ante la agudización de la crisis
de empleo y de la crisis productiva derivada del frenón productivo por la pandemia del coronavirus. Puede ser más
grave la inacción, que los errores de represión por la falta de capacitación policiaca en administración de multitudes. No
se trata de reprimir sino de aplicar
el Estado de derecho.
2.- El caso de
George Floyd en los EE UU entró ya en la zona de la vulgar politización por parte del candidato demócrata Joe Biden y
de la disparatada líder legislativa
demócrata Nancy Pelosi. El afroamericano asesinado por un policía de un
gobierno estatal demócrata se
convirtió en bandera electoral demócrata.
Con tal de
ganar algunos puntos electorales, los dos están destruyendo el eje de dominación autoritaria del sistema
estadunidense: la dureza policiaca
como mecanismo de control social.
Ante delincuentes y milicias conservadoras que tienen acceso libre a las armas, la decisión de
atarle las manos a los policías dejaría a los ciudadanos a merced de delincuentes armados y radicales sin freno.
Las redes
demócratas están difundiendo fake news, como el video de un
afroamericano con camiseta roja que fue arrestado con agresividad por dos
policías. El suceso se está situando
en las marchas contra el asesinato de Floyd, pero en realidad ocurrió hace un
año en otro escenario: una alerta a
policías para arrestar a un individuo de las características del detenido;
luego de esposarlo, los policías revisaron su identificación y no era el buscado. Enseguida lo soltaron. La segunda parte de la
falsedad de la nota radica en el hecho de que no era agente del FBI, como se quiere hacer creer ahora.
La crisis
política de los demócratas los está exponiendo
a situaciones de rupturas de los consensos de dominación imperial: el retiro de
tropas que prometió Obama en Berlín y que nunca cumplió, el asesinato de Osama bin Laden sin cumplir con los requerimientos
legales, la escena del ultimo informe de Trump donde Nancy Pelosi destruyó hojas del informe como si
fuera una vándala anarquista y la
escena de Pelosi arrodillándose en
honor de Floyd por un acto de violencia policiaca del sistema autoritario y de seguridad estadunidense y como crítica a las policías que cumplen con
su deber y sus funciones que los legisladores les han aprobado.
Los demócratas
de Estado quieren ganar votos medrando
con las víctimas del autoritarismo de Estado.
-0-
Política para dummies: La política es el uso de la fuerza por el camino de la
razón.
@carlosramirezh
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