Carlos
Ramírez
A lo largo de
cuatro partes, aquí se ha tratado de analizar el escenario de desafío de la 4T de cara a la herencia neoliberal de Carlos Salinas de Gortari (1979-1994). El
punto central se puede plantear así: el neoliberalismo no es ideología, sino un modelo
de desarrollo nacional y un Estado subsidiario.
Salinas de
Gortari se tardó catorce años para construirlo,
desde el Plan Global de Desarrollo 1979 hasta la puesta en marcha del TCL en
enero de 1994. Y al dejar su proyecto bien
atado en lo constitucional, el actual sistema/régimen/Estado neoliberal carece de mecanismos para operar de
manera eficiente como Estado populista.
Sin una profunda reforma del Estado, la Cuarta
Transformación quedará como una frase en el imaginario colectivo. Ya transcurrió año y medio y los resultados
de la 4T han sido escasos, y no
tanto por falta de voluntad o pasión, sino por estar desprovisto de instrumentos operativos en el actual Estado
neoliberal. Reasignar presupuesto a obras insignia y a subsidios direccionados no modifica la estructura neoliberal de
producción ni la mala distribución de la riqueza.
La clave del Estado de la 4T radica en la
liquidación del Estado de economía de mercado que introdujo Salinas y la constitucionalización
del sector privado que vive de la utilidad o plusvalía y no del servicio
social; y sin llegar al Estado absolutista en lo económico, la
Constitución sí requiere una
definición del Estado productivo
para no quedarse en la fase del Estado providencial
que sobrevive de apoyos no-productivos.
En los hechos,
el Estado lopezobradorista está marginando
a los empresarios de ciertas áreas productivas de función exclusiva del Estado, pero hasta ahora no ha definido un nuevo modelo de desarrollo, ni nuevas políticas
industrial y agropecuaria. El problema no es la acción del Estado en puntos sensibles del proyecto sexenal, sino
que la complicación se profundiza y amplía cuando el Estado actual no define el rumbo del desarrollo. El
Plan Nacional de Desarrollo 2029-2024 redactado en Palacio --el único legal
porque se publicó en el Diario Oficial-- es doctrinario y político, pero no
productivo.
El Tratado ha
quedado al garete y se reformó a partir de las exigencias de Trump, sin que haya habido un proyecto de desarrollo
industrial y agropecuario mexicano para reordenar
beneficios. Aquí se ha escrito que la participación nacional mexicana en los
productos de exportación ha bajado
de 58% al comenzar el Tratado a 38%
en 2019, lo que indica que las plantas industriales, agropecuarias y de
servicios no aprovecharon la
oportunidad para reorganizarse.
De acuerdo con
el reformado y neoliberal artículo
25 Constitucional, el Estado tiene la facultad de ser el rector del desarrollo a través del PND; sin embargo, en los meses
de la 4T no se existen los programas
sectoriales que pudieran indicar el papel del Estado en la conducción del desarrollo.
Sin un reforma
del Estado, del artículo 25 constitucional para regresar al Estado como pivote del desarrollo, sin un
partido-sistema (era el PRI, no es Morena) para canalizar y administrar demandas, sin un programa para los nuevos modelos de desarrollo industrial,
agropecuario y de servicios, en suma sin
un programa de desarrollo para la competitividad, al final la 4T quedará sólo
en temas desarticulados de subsidios
a sectores vulnerables que no dinamizan la economía productiva y en obras
insignia que tendrán poco efecto en
la planta productiva general.
El presidente
López Obrador cumplió la fase de las acusaciones
retóricas, pero no ha entrado en el nivel de las reformas constitucionales para desmontar el Estado neoliberal
salinista. Sin esas reformas, el modelo lopezobradorista pudiera quedarse estancado en un sencillo proyecto populista y no es una propuesta
económica de Estado productivo de
desarrollo con bienestar social.
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BC. Como era de esperarse, el gobierno
bajacaliforniano de Jaime Bonilla encontró una cloaca de corrupción en los
gobiernos panistas anteriores. Una línea de investigación involucra al
antecesor panista Francisco Kiko Vega
(2013-2019) por contratos a su compadre Fernando Beltrán por casi 2 mil
millones de pesos en varios rubros, entre ellos agua para la planta cervecera
Constellation Brands recientemente cancelada. La Unidad de Inteligencia
Financiera ya tomó cartas y se espera que el caso pase a la Fiscalía.
Política para dummies: La policía es el juego de la audacia.
@carlosramirezh
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