domingo, 23 de agosto de 2020

Lozoya: estrategia del juez Garzón pudo haber engañado a la fiscalía

 



Carlos Ramírez

 

Las revelaciones de Emilio Lozoya Austin-Emilio Lozoya Thalman contra políticos del régimen priísta a los que sirvió en mecanismos de corrupción tendrían que analizar con mucho cuidado una figura perversa que apareció hace semanas, de pronto desapreció y ahora vuelve a aparecer: el juez Baltasar Garzón.

Figura prominente en los juegos palaciegos de poder en España, Garzón y la oficina de su fundación en México aparecen detrás de la estrategia de defensa de Lozoya para eludir las presiones de la fiscalía, sólo salpicar a Salinas, Calderón o Peña Nieto y salvarse de la cárcel. La gran jugada del juez español fue evitar que Lozoya ingresara a la cárcel ofreciendo delaciones; una buena estrategia habría sido ingresar a Lozoya al penal, obligarlo a entregar pruebas reales de corrupción y después, sólo después, mandarlo a su casa. Pero ya hasta la mamá de Lozoya disfrutará la libertad.

El titular de la nota de El País --aliado de Garzón-- ayer dio algunas pistas: “Las filtraciones y la mediatización del caso Lozoya amenazan el buen término del proceso judicial”. La estrategia audaz de Garzón sería adelantar las revelaciones, centrarlas en chismes, distorsionar el debido proceso y descarrillar el juicio judicial. De ser cierta la información de que el documento de Lozoya no fue filtrado por la fiscalía ni por Palacio Nacional, entonces habría sido Garzón para debatir en medios y no en la sala del tribunal y quebrar el debido proceso.

El esquema se basa en el objetivo de desvirtuar a Lozoya como testigo legal de un proceso judicial, dejarlo en un escándalo mediático y de alguna manera alejar a Salinas de Gortari, Calderón y Peña Nieto de declaraciones formales ante las autoridades judiciales.

El documento de Lozoya tiene inconsistencias jurídicas obvias que no llegarían a tribunales, aunque sí carnita de escándalos. Liberado Lozoya, el caso judicial se desmorona, el PRI se salva y los priístas salen raspados, pero no judicializados. Si no hay ningún priísta encarcelado, la estrategia del presidente López Obrador perdería la batalla judicial real contra la corrupción, la que importa, aunque la gane en medios donde todo se diluye en horas.

El punto central se localiza en el papel de Emilio Lozoya Thalman como el operador central, amigo de Salinas. Este personaje, precandidato presidencial de relleno en 1993 por decisión del presidente Salinas, negoció con el fiscal Gertz Manero la delación de su hijo para salvar a la familia. Los datos ofrecidos abrieron el apetito mediático de los nuevos funcionarios.

Y Lozoya cumplió con delaciones escandalosas que dieron un escopetazo de postas hiriendo a muchos y frases de Luis Videgaray Caso como chismes de inutilidad judicial porque son dichos que nadie podrá probar. Un análisis jurídico de la declaración judicial de Lozoya puede concluir que no hay elementos para un juicio real que conduzca a arrestos adicionales.

A la vuelta de los meses, Lozoya queda libre, los inculpados saldrán algo enlodados y de manera formal exonerados de un proceso judicial, el caso tendrá que ser sobreseído y la corrupción del pasado quedaría sin castigo.

Lo que queda a los acusadores es reponer el proceso, obligar a Lozoya a entregar información judicial real, ingresarlo a la cárcel como medida de presión y localizar a los personeros de Garzón en México para inmovilizarlos.

 

-0-

 

EE. UU. 2020. Después de la convención demócrata, arrancó de manera formal la campaña presidencial de menos de 70 días. Algunas pistas para seguir:

--México se metió al círculo demócrata con la actriz Eva Longoria Bastón esposa de José Bastón de Televisa como presentadora en la convención demócrata. El canciller mexicano Ebrard ya está operando por ese flanco.

--Televisa había sido un espacio para la reunión de López Obrador con el yerno republicano Jared Kushner en marzo del año pasado, en casa del vicepresidente Bernardo Gómez, por mediación de Ebrard.

--Biden tendrá que salir a competir y ahí los medios críticos ven pérdida de votos. La guerra de frases y sobre todo los tres debates van a beneficiar a Donald Trump.

--Las redes son ajenas a Biden, en tanto que Trump es el genio de twitter.

 

-0-

 

Política para dummies: La política es el jardín de los senderos que se bifurcan.

 

http://indicadorpolitico.mx

indicadorpoliticomx@gmail.com

@carlosramirezh

Canal YouTube:

 

---30---


sábado, 22 de agosto de 2020

Contracolumna *LOZOYA, EL VENTILADOR Y LA MIERDA *AMLO CORROMPIÓ A LA CORRUPCIÓN


JOSÉ MARTÍNEZ M.

Con la cuarta transformación afloró la decadencia de nuestro sistema político. Tarde que temprano iba a ocurrir. Ya lo sabíamos. Videos más videos menos, las historias de corrupción política ya nos aburren.
Lo malo es que Obrador quiso convertir a Palacio Nacional en la casa de la virtud y terminó corrompiendo a la corrupción.
La corrupción se ha pegado a la piel de Obrador. Es algo inocultable. Político que no es corrupto es monje.
El tabasqueño presume llevar en la cartera un billete de doscientos pesos. Como presidente cuenta los centavos de su sueldo que le alcanza apenas para vivir. Es la “muestra” de estar del lado de los pobres y con sobrada ironía es el mensaje para medir desdeñosamente a los demás.
En su delirio siente que encarna a Jesús y a México lo confunde con el pueblo de Israel.
En su vesania cree que la historia tiene un propósito y el país un destino superior. Un pueblo purificado desde las liturgias de su púlpito que contrasta con el odio inexplicable por sus adversarios a los que de manera petulante llama “conservadores”.
Nada de lo que sucede en su mundo es habitual en el de los demás.
Su pensamiento está poblado de demonios atrozmente humanos. Para él, todos son corruptos y su misión consiste en transformar a esos demonios, no importa que para ello el caso Lozoya le ponga ventilador a la mierda.
Lozoya alentado por el “guía moral” de la cuarta transformación juega al Wikileaks y a los Panama Papers.
Lozoya ha proporcionado a la Fiscalía 15 horas de grabación en videos y promete un caudal de documentos evocando los escándalos de las filtraciones masivas en la era de Internet.
Para Obrador llegó la hora de la justicia. Llevar a todos a la cárcel. ¿Y quién se va a encargar de cerrar la puerta si todos están embarrados?
Qué se puede esperar de Lozoya quien embarró a su propia familia.
Su madre presa durante 100 días en cinco cárceles distintas en Alemania sin derecho a un juez y nueve meses en arraigo domiciliario por órdenes de la Fiscalía.
Lozoya que pasó de la atmósfera de un lujo desafiante en un vecindario de millonarios a una cárcel de Málaga y de ahí trasladado a una prisión de Madrid desde donde negoció su extradición para luego llegar a México y ser recibido como un héroe para comparecer en el juicio del siglo sin pisar la cárcel y brindando con champaña rodeado de lujos y apapachos del gobierno.
Lozoya convertido en un rehén de la “justicia” para delatar a los enemigos de Obrador.
En un juicio verdaderamente escatológico Lozoya le ha puesto ventilador a la mierda, no es que se haya inspirado en el ensayo de Dalí “El arte de tirarse pedos”. En el surrealismo de la política mexicana está demostrado que nuestros políticos –sin distinción alguna– su sueño, su digestión, su éxtasis, sus resfriados, su sangre, su vida y su muerte, los hace únicos. Se sienten genios como Dalí. Lozoya es un ejemplo.
Sabíamos que el poder embrutece y enriquece y la política desde los tiempos del PRI y el PAN con la alternancia y Morena instalado en el poder han sido la continuación por diferentes vías de la corrupción.
Si el hermano de Obrador fue pillado recibiendo dinero ilegal para financiar a Morena y exhibido al igual que Bejarano, su hermano el presidente se encarga de glorificar el soborno llamando “amablemente” al cochupo como “aportaciones”.
Pío Obrador en el nombre lleva la penitencia.
La corrupción hizo nido en Morena desde antes de su fundación y nació corrupto como otros partidos. Es un hecho real. No se trata de un acto filosófico pero en lo mundano nos revela lo pío y lo impío que nos recuerda el diálogo entre Sócrates y Eutifrón, a través de argumentos que buscan aclarar la postura de cada uno frente a su realidad de difamado y de incriminado.
Pero resulta que ni Andrés Manuel es Sócrates ni Pío López Obrador es Eutifrón.
Nos queda claro que Morena no es un partido de principios morales y que en ese partido cabe lo mismo lo legal que lo ilegal, el cabildeo, la presión y la seducción.
Obrador mismo ha roto los principios básicos de su partido como también él mismo ha roto con la disciplina interna del gobierno.
Obrador es un político de claroscuros. Ahora ante la obviedad del hermano se muestra tolerante a la corrupción.
Para él el concepto de la corrupción varia de un partido a otro, dependiendo de quien incurra en esos actos. Obrador define quién es corrupto y quién no lo es, todo bajo su estigma sulfuroso aunque termina atrapado en la hipocresía.
Morena es el epítome de la corrupción. Lo vemos con el cabildeo rampante de su gobierno donde se favorece a los amigos con contratos de asignación directa, las licitaciones son letra muerta, todo se rige por el tráfico de influencias, todo siempre a cambio de dinero.
El escándalo de los videos aportados por Lozoya lo mismo que los videos filtrados a los medios y exhibidos en las redes sociales en los que se ven involucrados personajes de la vida pública nos demuestran el desaseo de nuestro sistema político. Los legisladores del Congreso actuando como cabilderos para favorecer intereses corporativos. Muchos diputados y senadores salen con mucho más dinero que con el que entraron. Campañas políticas financiadas con dinero de aportaciones ilegales de empresarios, “donativos” sin remitentes, vínculos de funcionarios y políticos con conexiones nacionales e internacionales y lavado de dinero de la mafia.
Hoy están todos embarrados por poner ventilador a la mierda. Tenía razón Salvador Dalí, ojalá los políticos aprendieran el arte de echarse un pedo.

jueves, 20 de agosto de 2020

Gobernadores tienen la culpa: no saben asumirse libres ni soberanos

 


 

Carlos Ramírez

 

Al margen del caldo de cultivo sabroso para el chisme por las delaciones de Emilio Lozoya Austin azuzadas por Emilio Lozoya Thalman, la reunión del presidente de la república en San Luis Potosí con los 32 gobernantes estatales perdió la última oportunidad de la 4T para uno de los temas centrales de su propuesta de gobierno: el federalismo real.

Lo demás ha sido coyuntura, jaloneos, ajustes de cuentas, revanchas. La 4T había prometido un “cambio de régimen” para pasar del modelo monárquico del PRI a uno republicano sustentado en el pivote del federalismo. En San Luis Potosí se vio que las élites no saben, no quieren, no entiende, no se atreven y no desean cambiar.

Asimismo, en San Luis Potosí quedó reconfirmado el modelo de régimen mexicano presidencialista, centralista y unitario. Pero si se buscan responsables del fracaso republicano, habría que encontrarlos entre los niveles políticos intermedios: los gobernadores durante el reinado priísta fueron virreyes o representantes del rey, porque sus candidaturas eran decididas por el presidente, hacían campaña con dinero presidencial y pasaban a forma parte de la monarquía sexenal.

Hoy los gobernadores son verdaderos califas o jefes locales con autonomía absoluta local, dependiente de recursos federales a cambio de ningún sometimiento o coordinación y ejerciendo el poder por la autoridad del poder mismo o por ciertos tintes religiosos.

La clave de San Luis Potosí estaba en un tema que nunca apareció: el endeudamiento público estatal y municipal que tiene quebradas las haciendas públicas locales y cuyos recursos conseguidos nadie sabe en qué se usaron, al grado de que hoy se pide prestado para pagar créditos anteriores. La deuda local es reflejo de la condición centralista de los estados “libres y soberanos” que piden y piden dinero y no entregan cuentas.

Los gobernadores y alcaldes están urgidos de participaciones estatales, pero no para programas sociales sino para tapar los hoyos de sus deudas contratadas con bancos, hipotecando no sólo sus periodos de gobierno sino muchos más. Eso sí, en su estridencia acusan a la hacienda federal de cortarle flujo de recursos, pero es la hora que casi ninguno ha generado formas para obtener recursos sanos propios.

El federalismo comienza por la capacidad autónoma de estados y municipios para no depender en más del 90% de las participaciones federales y para tener sistemas locales de seguridad eficaces que disminuyan la presencia federal y sistemas democráticos que convierten a las sociedades locales en pivotes de las relaciones de poder.

En este sentido, la Conago es una ventanilla de solicitud de recursos y la Secretaría de Gobernación carece de la idea democrática de federalismo y ha quedado solo en una oficina de actas y acuerdos.

 

-0-

 

EE. UU. 2020. Mientras el presidente Donald Trump ya aprendió a usar el aparato de poder de la Casa Blanca, el vicepresidente Joe Biden sigue pasmado y con la esperanza de ganar por el voto anti Trump. El cuartel general de Biden está en el sótano de su casa, simbolizando un refugio antiguerra. Tres detalles en las últimas horas:

- Las protestas Blacks lives matters han sido las peores críticas al fracaso de los ocho años de Obama y Biden en la Casa Blanca y las evidencias de que nada hicieron a favor de la comunidad afroamericana.

- En el discurso de apoyo a Biden, la esposa de Obama, Michelle, dijo una frase que comienza a ser citada, fuera o dentro de contexto, por su valor político: “Joe no es perfecto”.

- En el sitio Político se publicó una frase de Obama: “Biden podría joder las cosas” y dejó claro que su exvicepresidente no era su primera opción. La razón: Biden es “propenso a los errores” y que no subestimaran “la capacidad de Biden para arruinar las cosas”.

 

 

-0-

 

Política para dummies: La política es pretexto para autoesclavizarse.

 

http://indicadorpolitico.mx

indicadorpoliticomx@gmail.com

@carlosramirezh

Canal YouTube:

 

---30---

Contracolumna • AMLO, LA VENGANZA CONTRA AGUILAR CAMÍN • LA CENSURA COMO INSTRUMENTO DE CONTROL


JOSÉ MARTÍNEZ M.


El presidente Obrador es un hombre de rencores. Lo malo es que su gobierno se rige por sus fobias, sus odios y sus resentimientos. Para eso Obrador usa el poder.
Hace poco el historiador Héctor Aguilar Camín en una conversación con excompañeros del colegio Patria se refirió a Obrador como un presidente “pendejo” y “petulante”. “Obrador quiere que México esté empobrecido y jodido para gobernar”. El video de esa charla se filtró en Youtube y sonó el escándalo. VER ENLACE del video en: (https://www.youtube.com/watch?v=icl9DglguXY)



Obrador se la tenía guardada y llegó el momento de cobrársela. Antes Obrador utilizó a la revista Contralínea –alineada al obradorismo– para atacar a Aguilar Camín con un viejo contrato obtenido en el gobierno de Salinas.

Camín conoció a Obrador en 1978 y lo presentó con un importante grupo de intelectuales, entre ellos Carlos Monsiváis, e incluso lo llevó con el magnate Carlos Slim cuando ganó la elección como jefe de Gobierno, en el año 2000 para emprender proyectos conjuntos como el rescate del Centro Histórico.
Camín se convirtió en un intelectual incómodo para el obradorismo y ahora paga las consecuencias como muchos editores críticos de la cuarta transformación.
Los gobiernos democráticos cuando atraviesan momentos de crisis suelen amplificar y enriquecer los debates a través de la prensa para llegar al mayor número posible de ciudadanos, pero lamentablemente con el gobierno de Obrador sucede lo contrario. La obsesión del presidente por acallar las críticas aísla a los ciudadanos del debate.
La polémica estimula la participación democrática e incluso la discusión pública nos ilumina.
Ese es el papel que desempeñan medios como las revistas Nexos y Letras Libres y muchas otras publicaciones.
A lo largo de nuestra independencia como nación, la prensa ha ayudado a profundizar la democracia.
Cierto, “el periodismo es el primer borrador de la historia”, decía el legendario editor de The Washington Post, Phil Graham.
La tarea del periodismo es pedirle cuentas a las instituciones poderosas.
Don Daniel Cosío Villegas insistía en que el papel de la prensa era hacer pública de verdad la vida pública.
Pero Obrador, como muchos de nuestros políticos no está acostumbrado a la rendición de cuentas.
Su obsesión por pasar a la historia como el “mejor” presidente de todos los tiempos lo ha vuelto paranoico.
Todo aquel que ejerce la crítica es su enemigo.
Obrador que se siente inexpugnable pretende una prensa como un convidado de piedra sin ningún derecho a alzar la voz, eso lo vemos todos los días en su “mañanera” desde donde ataca con ferocidad a sus críticos.
Jamás ningún presidente se había mostrado tan ruin con la prensa llenándola de adjetivos.
Un presidente que actúa deliberadamente con falsedad, hipocresía y engaño.
Un presidente que con esa actitud se ha puesto de lado de los
fanáticos religiosos y políticos, de los dictadores, de las bandas de criminales y traficantes, y de los dueños de imperios económicos que ven como una amenaza para sus intereses la existencia de una prensa independiente y libre.
Tenemos un presidente frívolo que no le gusta hablar de los muertos de la pandemia ni de la violencia, que prefiere hablar de sus rifas y sus tómbolas, que prefiere el espectáculo que las ideas y que contamina la vida política con sus desplantes de payasadas que exhiben su egolatría con actuaciones de un malísimo comediante.
Por el contrario él se asume como un “líder fascinante” como la estrella de un circo.
Sus aduladores como John Ackerman que lo idolatran y hasta lo consideran como “el hombre más sabio del mundo”, es la síntesis del cinismo y la ignorancia, sentir admiración por un personaje mesiánico que idolatra a Benito Mussolini. Un presidente que tiene un concepto deformado de la historia. No nos sorprendería si mañana escribe la versión vernácula de “Mi lucha”, como otro más de sus mamotretos.
Un presidente que no entiende que el circo y la política no se llevan y que el periodismo cumple simplemente con su tarea de criticar la vida pública, los niveles de pobreza, la caída de la economía, el desastre sanitario, la sanguinaria violencia y la corrupción misma enquistada en el gobierno que sigue tan vigente como en los anteriores gobiernos.
El periodismo hoy es víctima del autoritarismo
Tenemos un presidente que quiere que lo traten como un rey, que lo llenen de halagos, lo adulen y lo llenen de regalos como los ineptos de los que se rodea todas las mañanas para escuchar sus sermones “progresistas”.
Hoy ataca a Nexos, del escritor y periodista Héctor Aguilar Camín, ayer al editor de Letras Libres, al que comparó con Lucas Alamán.
El caso de Nexos va más allá de un mero asunto de publicidad. Se trata de un caso de censura.
Frente a la política del gobierno de Obrador –que privilegia a los que lo adulan como las televisoras y el periódico La Jornada– los medios enfrentan el reto de terminar con los atavismos de la insana relación con el gobierno, en esa extraña mezcla de intereses económicos y políticos, y aún facciosos entre periodistas, políticos y funcionarios.
Obrador debe entender su papel de que ya no son los tiempos de contar con una prensa domesticada al servicio del gobierno.
El tabasqueño cortó de tajo con un machete las reglas del juego pero ha favorecido a incondicionales y ha corrompido a otros en su afán de contar con una prensa sumisa e incondicional.
No es que los medios reclamen la persistencia de los viejos esquemas de corrupción. Eso se acabó y eso hace tener una mejor prensa en la disputa por los lectores.
Precisamente estamos viviendo esa transición pero otra es quitar la palabra y los más elementales derechos a los periodistas críticos.
Obrador ha preferido arreglarse con un buen número de empresarios periodísticos a cambio de la sumisión. Ahí están las televisoras con sus dueños incluso como “consejeros” presidenciales.
En medio de la adversidad económica y sin las reglas del juego de antaño, los medios están emprendiendo nuevos caminos ante la hostilidad del gobierno con una visión más comprometida con la democracia, la transparencia y la ética.
La de Nexos, es una lección para los medios y el espejo de un gobierno autoritario de piel sensible ante la crítica.


México, clave en elección de EU; 4T carece de enfoque estratégico

 

 

Carlos Ramírez

 

A pesar de que ya se esperaban agresiones, la diplomacia mexicana supuso que el viaje del presidente López Obrador a la Casa Blanca en julio había sido una vacuna para evitar que el presidente Donald Trump metiera migrantes y muro en su campaña, pero ya lo hizo. Y no existe ninguna estrategia para convencer a los demócratas de la cooperación mexicana.

En Arizona volvió Trump a las andadas con el muro y los migrantes y dicen algunos reportes que el equipo de Joe Biden ya envió un mensaje a Palacio Nacional de que no se dejaría pasar el encuentro en la Casa Blanca repitiendo el numerito de agosto de 2016, hace justo cuatro años, que le sirvió a Trump para verse presidenciable.

El problema, en realidad, no fue que se haya dado el encuentro en la Casa Blanca dentro de una agenda de la inevitabilidad diplomática. Lo malo estuvo en la ausencia de una agenda estratégica bilateral en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México que contuviera los efectos dañinos con los demócratas. Los contactos del canciller Marcelo Ebrard son más fuertes con el yerno Jared Kushner y con un círculo de Hillary Clinton, ninguno de los cuales le serviría en caso de que Biden ganara las elecciones.

Las relaciones exteriores de un país tienen dos lados: el formal que es la diplomacia como la gestión de relaciones burocráticas entre oficinas, agencias y acuerdos y el real que se mueve en los espacios de las áreas de inteligencia y seguridad nacional. Ebrard estudió relaciones internacionales en El Colegio de México, pero se tituló con una tesis sobre el congreso mexicano del siglo XIX. Y fue de manera fugaz vicecanciller sólo unas semanas con Manuel Camacho como canciller, sin dejar ninguna huella diplomática.

En los hechos objetivos, la cancillería mexicana parece estar apostando a la reelección de Trump. Y aunque no habría ninguna relación especial, de todos modos los canales de comunicación y negociación se llevan con el yerno Kushner, aunque con el inconveniente de que el esposo de Ivanka Trump pueda dejar el cargo de asesor especial en la segunda administración.

A la 4T le falta una propuesta real para que México deje de ser el patio trasero de la Casa Blanca, pero en el entendido de que el primer paso tendría que darse con un nuevo modelo de desarrollo mexicano que saque al país del hoyo recesivo, lo lleve a tasas de PIB de 6% y aumente la calidad del empleo. Esta opción no le corresponde a Relaciones Exteriores, pero cuando menos debiera de estar incluida en un enfoque estratégico, geopolítico y de seguridad nacional bilateral.

La actual cancillería mexicana carece de una política estratégica hacia los EE UU y en los hechos funciona como una especie de Secretaría de Comercio Exterior alterna centrada en el funcionamiento del TCL 2.0 salinista/pos-salinista, cuando las relaciones bilaterales se mueven en los escenarios de la seguridad nacional bilateral.

Gane Trump o Biden, México seguirá siendo el patio trasero de la Casa Blanca.

 

-0-

 

Napito canadiense. Diez agrupaciones que integran la Unión Nacional de Sindicatos Minero-Metalúrgicos y Metal Mecánicos de México han buscado por la vía legal que el gobierno de Canadá informe manera formal si el senador morenista Napoleón Gómez Urrutia es aún ciudadano canadiense como han revelado algunas fotos en Reforma donde el legislador presentó pasaporte canadiense. A finales de 2018 el senador presentó un certificado mexicano en el que renunciaba a su nacionalidad canadiense. De comprobarse en Canadá que Napito engañó al Congreso, de manera automática podría ser inhabilitado como senador mexicano. La respuesta canadiense está en proceso de entregarse a los solicitantes.

 

-0-

 

Política para dummies: La política es el arte de quedar bien con Dios y con el Diablo.

 

http://indicadorpolitico.mx

indicadorpoliticomx@gmail.com

@carlosramirezh

Canal YouTube:

 

---30---


miércoles, 19 de agosto de 2020

LOZOYA INVOLUCRA A TRES EXPRESIDENTE EN EL ESCÁNDALO DE ODEBRECHT

 



Presentamos el documento de la declaración de Emilio Lozoya ante la Fiscalía General de la República donde involucra a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en malas maniobras de la Reforma Energética y los sobornos entregados por Odebrecht.
En la declaración se involucra al exsecretario de Hacienda Luis Videgaray lo mismo que a legisladores y empresarios.
Lozoya entregó a la FGR 15 horas de grabaciones sobre “negociaciones” y presuntos sobornos.
La denuncia de Lozoya da pauta para un maxiproceso en el que está involucrada buena parte de la clase política, sin distinción de partido.  
Lozoya se describe como una inocente paloma, libre de toda culpa.
A continuación presentamos en el siguiente enlace el documento íntegro de la FGR el cual consta de 63 páginas.

martes, 18 de agosto de 2020

Legislativo y Judicial, controlados o corrompidos, no democráticos

 

 

Carlos Ramírez

 

Las imágenes de los videos de la corrupción, hoy con Lozoya Austin o en 2004 con René Bejarano, en nada contribuyen al perfeccionamiento de la democracia porque no van precedidos de acciones de reorganización de las relaciones entre los dos poderes, sino que se agotan en el desprestigio del adversario.

Una de las principales exigencias de toda democracia republicana consiste en privilegiar la separación de poderes. Pero desde la fundación del sistema político priísta en 1928-1938 --del asesinato del caudillo Obregón a la fundación del PRM corporativo con Cárdenas--, la clave de la estructura de poder radica en el poder inmenso del presidente de la república por el control absolutista de los tres instrumentos de poder: el presupuesto público, el aparato de seguridad y justicia y el partido en el poder a la hora de repartir cargos públicos.

Las reformas priístas, la alternancia panista y ahora el nuevo-viejo régimen de la 4-T han dejado intacta la estructura de poder y dominación del sistema/régimen/Estado priísta. En mayor o menor medida, con apariencias y realidades, el sistema/régimen/Estado actual es el mismo que construyó el PRI. Este sería el gran punto de debate nacional por encima de los escándalos, jaloneos e intercambio de culpabilidades.

Los videos negociados por la familia Lozoya para salvarse de la cárcel que merecen por corruptos no contribuirán en nada a la democratización porque no tendrán efectos de reorganización legal y política en el sistema de gobierno. Hoy como antes se trata de afectar al adversario. Y lo que es peor, tampoco van a conducir a nuevas legislaciones o estructuras legales de control de los fondos públicos o del uso del dinero para comprar lealtades.

En estos casos puede aplicarse una variante de aquel verso de Salvador Díaz Mirón redactado, quizá, para justificar su porfirismo ante los revolucionarios triunfantes: “hay aves que cruzan el pantano y no se manchan…; mi plumaje es de ésos”, aunque ahora se diría “mi pantano es de ésos”. En este sentido, la 4-T estaría dejando pasar una extraordinaria oportunidad para construir un aparato real de lucha contra la corrupción.

Lo más grave estará en que el modelo de justicia va a premiar al delincuente: a cambio de delatar a sus cómplices de poder, la familia Lozoya será exonerada de cargos judiciales, aunque quedará en el libro de registros de la infamia junto a los delatados: senadores, diputados, Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto, entre otros.

 

-0-

 

EE.UU. 2020. Barack Obama está en lo suyo: convirtió a su esposa Michelle en la estrella principal de la convención virtual del partido Demócrata y la enfiló hacia una senaduría y de ahí a la candidatura presidencial en 2024. El camino ya fue seguido antes por Hillary Clinton. En su discurso, Michelle ignoró a la candidata a la vicepresidencia Kamala Harris, con la justificación de que se grabó antes de la nominación oficial. Pero en la política estadunidense las suspicacias son intenciones de poder.

En los estilos de sucesiones presidenciales estadunidenses, a Obama le conviene que pierda Biden; si gana, Biden podría aspirar a la reelección en 2024 o perfilar a Harris, dejando en el camino a Michelle. Por eso algunos dicen que Obama no va a apoyar la campaña de Biden.

Y como el que se ríe se lleva, al libro de una sobrina de Trump potenciado por demócratas por revelaciones psicológicas del presidente, ahora viene el desatape de una aventura sexual de la actual esposa de Biden contada por su primer marido, quien dice que Jill y Joe tuvieron un affaire extramatrimonial entre ellos cuando los dos estaban casados con otras personas. Y, por cierto, el libro de la sobrina no tuvo vida política más allá de las primeras 48 horas de su aparición.

 

-0-

 

Política para dummies: La política es el arte de ser pillo con alas de ángeles.

 

http://indicadorpolitico.mx

indicadorpoliticomx@gmail.com

@carlosramirezh

Canal YouTube:

 

---30---