JOSÉ
MARTÍNEZ M.
Excepto dos periodistas –uno de ellos
Jesús Esquivel, corresponsal de Proceso
y otro de un importante medio de Estados Unidos– tenían conocimiento de la
“Operación Padrino” dirigida en contra del general Salvador Cienfuegos. La
detención del exsecretario de la Defensa Nacional pasó de noche en la prensa
mexicana y aun peor para el gobierno de México. Simplemente no se notificó a
las autoridades mexicanas por la desconfianza en el aparato de seguridad
nacional toda vez que la agencia antidrogas (DEA) tiene indicios de que algunos
mandos importantes de la estructura militar está infiltrada por los cárteles
del narcotráfico.
Desde 2010 la DEA contaba con
información referente a los vínculos de Cienfuegos con el narco. Los
periodistas que fueron alertados fueron advertidos que cualquier mínima
filtración de información les costaría muy caro, pues alertar a quienes están
bajo investigación constituye un grave delito de obstrucción de la justicia y
eso pudo costarles muy caro. La cárcel con condenas severas y multas exorbitantes.
Muchas de estas investigaciones no son
producto de la chistera de un mago que mete la mano a un sombrero y saca un
conejo. No, la del general Cienfuegos es resultado de una larga investigación
de más de una década. Un asunto de ese calibre requiere de tiempo y cuantiosos
recursos humanos, y sobre todo secrecía. Por esa razón el gobierno mexicano no
fue notificado debido a que son persistentes las sospechas de que en México
“todos” los hombres en las más altas esferas del poder podrían estar
involucrados.
Las “filtraciones” de información son
muy comunes en México. Hay publicaciones que disfrazan las filtraciones como
“periodismo de investigación”. Esta práctica es muy común en todas las áreas
del poder en nuestro país y va desde la Presidencia de la república hasta la
más rascuache de las oficinas burocráticas. Cuando esta información se filtra a
los periodistas se vuelve pública y un asunto de interés.
Hace más de 20 años cuando yo
investigaba al profesor Carlos Hank para mi libro “Las Enseñanzas del Profesor”
viví de cerca varios episodios de esta naturaleza. Lejos de incurrir en esas
malas prácticas decidí investigar a fondo los vínculos del poderoso político
mexiquense que aparecía como el padrino del mítico Grupo Atlacomulco.
Viajé por varios países y visité muchos
lugares de México con ese propósito. El Profesor fue uno de los pilares del PRI
y su influencia traspasaba las fronteras de nuestro país.
Estados Unidos investigaba al clan de
los Hank desde hacía años. En 1997 surgió una filtración del Centro Nacional de
Inteligencia sobre Drogas dependiente del Departamento de Justicia respecto a
la llamada “Operación Tigre Blanco” en el que se señalaba a los Hank en su
relación con los más poderosos cárteles de la droga del país.
La periodista Dolia Estévez publicó
información sobre la “Operación Tigre Blanco” en el periódico El
Financiero. Por ese manejo de información, la periodista mexicana
compareció ante la justicia. Fue requerida para presentar su agenda personal,
con citas, direcciones y teléfonos, copias de los correos electrónicos y sus
contactos. El asunto era obligarla a revelar sus fuentes de información. No lo
hizo.
Estévez era acusada de realizar una
“conspiración” para dañar la reputación del gobierno estadounidense.
Los Hank cuya familia goza de un poder
inconmensurable en México y ahora uno de los miembros de esa familia es una de
los prominentes asesores del presidente Obrador, desde hace décadas tienen
presencia en los altos círculos del poder en Estados Unidos. Han realizado
aportaciones para el financiamiento de las campañas del Partido Republicano desde
los tiempos de George Bush padre a la gubernatura y la presidencia de los
Estados Unidos.
Los Hank apoyaron a los Bush en sus
respectivas campañas, como lo hizo un grupo de empresarios mexicanos conocidos
como “Los Amigos de Bush”, entre ellos Moisés Saba, Alonso, Carlos y Guillermo
Ancira, Héctor Burgos, Rodrigo Treviño, los hermanos García Lourdes y Rodolfo
Zedillo, el hermano del expresidente Ernesto Zedillo.
La “Operación Tigre Blanco” realizada
por el Departamento de Justicia, el Departamento del Tesoro, el Servicio de
Aduanas y el FBI y la DEA tocó fuertes intereses del más alto nivel tanto de
México como de Estados Unidos.
Parte de los intereses afectados fueron
contra los Hank.
Como parte de la “Operación Tigre
Blanco” el Departamento del Tesoro impuso a Carlos Hank Rhon una multa de 40
millones de dólares, lo obligó a renunciar a la presidencia del Laredo National
Bancshares, le prohibió participar en otras instituciones financieras sin
previa autorización de la Fed. Pero Hank logró mantener el 70 por ciento de las
acciones del banco texano. Además a Hank se le fijó una multa por 10.75
millones de dólares la FED por Incus, su holding personal en las Islas
Vírgenes.
Todo se originó por una acusación de
venta ilegal de acciones del Laredo National Bancshares y otras violaciones a
las leyes bancarias estadounidenses.
Finalmente, el Departamento de Justicia
se reversó el derecho de actuar al mantener en reserva el expediente criminal
sobre el clan de los Hank.
Como parte de mis investigaciones
periodísticas publiqué de manera íntegra el documento de la “Operación Tigre
Blanco” en la revista Proceso (revista número 1201/ 7 de
noviembre/ 1999) como un adelanto de la publicación de mi libro “Las
enseñanzas del Profesor” (Editorial Océano de México).
Una investigación de esta importancia
como la del general Salvador Cienfuegos no se hace de la noche a la mañana,
toma años y se requiere más que paciencia, tanto para las autoridades que
cumplen con su desempeño como para los periodistas que hacen sus propias investigaciones.
Esto es algo muy diferente a las filtraciones que se manejan en la prensa
mexicana con singular alegría, en especial algunas publicaciones que se
ostentan como “especializadas” en “periodismo de investigación”. Falso.
A continuación presento a los lectores
de la Contracolumna una parte
sustancial de la “Operación Tigre Blanco”.
CONSULTA el siguiente enlace para tener acceso al documento OPERACIÓN TIGRE BLANCO.
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