martes, 6 de abril de 2021

Contracolumna • QUÉ TIEMPOS AQUELLOS, DON PORFIRIO • EN RECUERDO DE EMILIO KRIEGER VÁZQUEZ


JOSÉ MARTÍNEZ M.


Caminábamos por Paseo de la Reforma cuando comenzaba la noche. Desde hacía rato Porfirio Muñoz Ledo soportaba una especie de tedio y cansancio. Había pasado horas en una famosa librería a donde fue a presentar un mamotreto del embajador Ricardo Valero. A cada minuto que pasaba, se veía que el tiempo se le hacía insoportable. En medio de nuestros pasos, a bote pronto Porfirio soltó.
–Oiga José, estaba pensando si no se le antojaría un qüisqui.
–Lo puedo acompañar, con gusto –le dije un poco convencido.
En algún momento pensé: va estar cabrón que Porfirio se conforme con paladear solo un buen trago. A la primera botella comprendí que esa reunión iba acabar en una borrachera. No me equivoqué.
Era el Día de las Madres, 10 de mayo de 1988, víspera de las elecciones presidenciales. Porfirio y Cuauhtémoc Cárdenas, como otros, habían roto con el PRI. Cruzamos la avenida para entrar a un modesto restaurante contiguo al viejo edificio del periódico Excélsior. Picamos algunos fiambres y bebimos hasta la madrugada cuando los empleados se apresuraban a recoger el servicio para cerrar el lugar. Recuerdo que acabamos muy divertidos y nos desternillábamos con algunas anécdotas políticas.
Después supe del tremendo malestar de su esposa Bertha Yañéz –la hermana del exvocero de Obrador, de la que finalmente se separó. Mi encuentro con Porfirio fue para charlar sobre el proceso electoral que se avecinaba. La entrevista la habíamos pactado en casa de don Emilio Krieger en Coyoacán.
Conocí a Krieger a finales de la pasada década de los setentas por sugerencia de Miguel Ángel Granados Chapa, quien me aseguraba que el prestigiado abogado sería una importante fuente de consulta para mi trabajo periodístico. En el diario que trabajábamos yo tenía a cargo la fuente de la llamada oposición, que incluía lo mismo a partidos de izquierda y derechas.
En septiembre de 1978 el presidente Portillo promulgó un decretó de ley de amnistía para liberar a los presos políticos de todo el país. Krieger, uno de los abogados del movimiento estudiantil del sesenta y ocho, me brindó su amistad, la misma que conservé hasta su muerte en septiembre de 1999. Con los años nuestra amistad se afianzó y Krieger redactó el acta constitutiva de una empresa que formé y en la cual, él fungió como comisario hasta el último día de su vida.
Durante los años de mi amistad con Krieger compartí a la mesa con una indeterminada lista de conspicuos personajes de la vida pública. Uno de ellos fue Muñoz Ledo a quien siempre confronté, yo en mi condición de periodista, sin llegar nunca a la imprudencia. Una y otra vez nuestras conversaciones giraban en torno el Estado de Derecho y los partidos en nuestro sistema político.
Dos años después del escabroso resultado de las elecciones de 1988 que derivaron en la caída del sistema y que impusieron a Carlos Salinas en el poder, Porfirio y yo coincidimos en casa de Krieger a principios de los noventas. Ahí aguardaban el ingeniero Heberto Castillo y el pintor José Chávez Morado, quien diseñó el mural de la Cámara de Diputados, al que tituló: “El pluralismo político”.
En mayo de 1987, Krieger fue designado magistrado del Tribunal de lo Contencioso Electoral. Fue el único jurista que impugnó el triunfo de Salinas, a quien calificó de impostor. Krieger terminó por renunciar a la magistratura. Un día antes de su renuncia Krieger me invitó a comer a la fonda del pato, en la calle de Dinamarca, en la zona rosa. Ahí me adelantó su decisión y yo le propuse publicar ese mismo día el texto de su renuncia en el periódico en el que trabajaba. El argumento de Krieger sobre la impugnación al triunfo de Salinas fue sobre los principios de “legalidad” y “legitimidad”. A partir de entonces mi amigo Krieger se convirtió en articulista. Jamás antes había publicado en ningún periódico.
Krieger compró la casa del astrónomo Guillermo Haro –quien fue esposo de Elena de Poniatowska– la propiedad ubicada en uno de los callejones estrechos de Coyoacán era asiduamente visitada por los más variados personajes de nuestra vida pública. Ahí el jurista recibía a sus amigos, lo mismo a Jesús Reyes Heroles que a Muñoz Ledo, que al pintor Vicente Rojo que al poeta Luis Cardoza y Aragón, que a los hermanos fotógrafos Manuel y Lola Álvarez Bravo, que a García Márquez y a Monsiváis.
A unos pasos de la casa de Krieger estaba la casona de Cardoza y Aragón en el Callejón de Las Flores que servía como sede a la Fundación Lya Kostakowsky, que después se convirtió en la fundación Lya y Luis Cardoza y Aragón.
La casa de Krieger fue el lugar donde el ingeniero Heberto Castillo se escondió durante un tiempo antes de su captura en 1969 y posterior encarcelamiento en Lecumberri hasta su salida en 1971 para constituir el Partido Mexicano de los Trabajadores.
En casa de Krieger, el general Lázaro Cárdenas visitó a Heberto Castillo –maestro de la UNAM y líder del movimiento estudiantil– para advertirle que el presidente Gustavo Díaz Ordaz había dado la orden de capturarlo vivo o muerto.
A finales de diciembre de 1997 Krieger me invitó a comer con el delegado de Coyoacán, Arnoldo Martínez Verdugo. Acudí con mucho gusto para saludar a Arnoldo quien a mediados de los setentas había sido mi vecino en Tlatelolco y un político a quien invariablemente entrevistaba en mis primeros años como reportero. En ese entonces yo vivía en el décimo piso de uno de los edificios de ese conjunto habitacional y Arnoldo en el octavo piso del mismo lugar en el que ambos residíamos. Ahí conocí a Eduardo Ibarra Aguirre, de las juventudes comunistas, quien andaba de novio con una de las hijas de Arnoldo.
Como periodista conocí y compartí con los principales líderes obreros y campesinos de la izquierda mexicana. Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Ramón Danzós Palomino, José Dolores López, Gilberto Rincón Gallardo pero jamás vi en algún momento a ninguno de los ahora líderes de Morena, ni a López Obrador ni muchos de cercanos como Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, al igual que muchos otros, todos ellos siempre militaron en el PRI, pero ahora se dicen ser de “izquierda”.
Reconozco que Porfirio Muñoz Ledo jamás se asumió como un hombre de izquierdas. Hablamos varias veces de su amigo Willy Brandt, el canciller de Alemania occidental de principios de la pasada década de los setentas.
Reconocido hasta por sus propios críticos como uno de los políticos más brillantes, Muñoz Ledo ahora es como un caballo viejo y cansado. Próximo a cumplir 88 años, Porfirio es uno de los políticos más longevos. Después de irrumpir en la política con la pasión de un toro bravo, con los años se fue volviendo taciturno. Pero en los últimos días rompió el silencio, luego de sufrir una embestida de parte de sus propios compañeros de Morena cuando contendió por la dirigencia del partido.
Morena –acusa el diputado Muñoz Ledo, quien fue excluido de la lista de los legisladores que se van a reelegir– es encabezado por unas lacras que asumen comportamientos de camarilla en una abierta y profunda traición a la “izquierda”. Esa camarilla, dice Porfirio, conduce a Morena a una ruina ideológica y programática.
Es lamentable y no por menos falso, que esa cosa llamada Morena sea considerada como un partido de izquierda.
Morena, es una mierda. Es la cañería de la política. Morena es la continuación del viejo PRI por otras vías.
¿Cuál izquierda Porfirio?
La izquierda son simples fantasmas.

lunes, 5 de abril de 2021

Contracolumna • EL BURRO, LA CANDIDATA Y LA COMPUTADORA • ANABELL ÁVALOS Y SU PROYECTO DE GOBIERNO


JOSÉ MARTÍNEZ M.

En política como en las matemáticas hay un teorema sustentado en el siguiente postulado: todo lo que empieza mal, acaba peor.
Los candidatos de Morena se acogen a la sombra de su caudillo. Menosprecian el veredicto de las urnas y desde antes del arranque ya se asumían como “triunfadores”. Encuestas más, encuestas menos, todos, sin excepción, se auto-proyectaban como los “favoritos”. Falso.
Ajenos a la realidad del país, los candidatos de Morena viven en una atmósfera diferente al común de la gente. Quizás tengan “otros datos”.
Pero en Tlaxcala, que es uno de los estados más pobres y rezagados del país, la candidata de Morena, Lorena Cuéllar quien no tiene ni la más remota idea de la marginación que se vive en esa entidad, emprendió una campaña condenada al fracaso.
En medio de la pandemia, Cuéllar dio un paseo sobre el lomo de un burro. La imagen ha terminado por convertirse en un símbolo de su campaña. Es la imagen de la marginación y el atraso social sobre la que ella se ha montado en su ambición por el poder. Es un retrato del atraso medieval que la proyecta desnuda como una falsa lady Godiva.
En contraste, apenas arrancó la contienda y en su primer acto de propaganda apareció de manera timorata frente a una computadora, sin un discurso coherente y sin ninguna propuesta. Una lap top como simple objeto decorativo de la escenografía de su enésima campaña en su ansiedad por hacerse del poder.
Bajo el pretexto del distanciamiento social, Cuéllar optó por distanciarse de los electores. Desde su zona de confort se arrejuntó con su esposo en un sillón para proyectar una imagen angelical. En una escena más cursi que romántica, su primer mensaje no fue dedicado al electorado, sino a saludar a su familia. Quizás confundió la campaña con un concurso porque sus publirrelacionistas tardaron horas en tratar de componer su imagen gracias al maquillaje y presentarla más “rejuvenecida”, aunque sin un discurso coherente como las concursantes de los certámenes de belleza. Más tarde sus publicistas se encargaron de difundir un video sin pies ni cabeza desde la plaza de toros utilizando como parte del escenario algunos símbolos religiosos y machacando su decisión de mantenerse distante del electorado.
Aunque en el fondo, existen más razones de peso político que de salud para ausentarse de los tradicionales baños de pueblo. Su ambición de poder, dividió al partido. Desde hace cinco meses, Morena quedó acéfalo. Su líder, el senador Joel Molina Ramírez se contagió de Covid y murió. Desde entonces Cuéllar se hizo del control de las candidaturas, dividiendo aún más a esa organización. En su ambición por imponerse como candidata riñó y se confrontó con una de las más fuertes precandidatas Dulce Silva Hernández quien terminó abandonando las filas del partido, lo mismo Cuéllar fue cuestionada con severidad por la senadora de Morena Ana Lilia Rivera quien calificó de inaceptables los “resultados” de las encuestas que jamás se hicieron públicas y dieron falsamente a Cuéllar como “favorita”, quien contó con la complicidad del entonces coordinador de los diputados Mario Delgado.
Empoderada por el presidente Obrador, por encima de su propio partido, la hoy candidata Lorena Cuéllar manipuló la asignación de las candidaturas a diputados y alcaldes dividiendo aún más a Morena. Se llegó al extremo de tener hasta 20 aspirantes a cada cargo. Todos fueron víctimas del engaño.
Son múltiples las amenazas para boicotear los actos de campaña de Cuéllar desde las filas de Morena. La fragilidad de su candidatura la tiene condenada a una derrota segura como consecuencia de su delirante obsesión por el poder. En un lapso de treinta años ha militado en cuatro partidos y en los últimos 18 años ha buscado afanosamente convertirse en gobernadora, con la complicidad de los clanes familiares de los cacicazgos políticos que se han repartido el poder en las últimas décadas.
Como un juego de contrastes, la candidata de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, Anabell Ávalos irrumpió en la escena pública de manera tajante, con un manotazo sobre la mesa con tintes claros de una narrativa política. Convocó a sus simpatizantes a la Plaza de la Constitución de la capital tlaxcalteca para encabezar su primer acto de campaña mientras simultáneamente en los 60 municipios del estado se replicaban actos proselitistas en apoyo a su candidatura.
Tlaxcala es la entidad más pequeña y una de las menos pobladas del país, pero también es uno de los estados más pobres. A lo largo y ancho de su territorio hay zonas de marginación ancestral, donde las campañas forman parte de un ciclo en la vida de sus habitantes. Allí donde los pobladores ven con su desnudez y piensan con el estómago. Allí donde las familias sobrellevan la pobreza con honradez y la desgracia asumida como pobreza.
A la candidata Anabell Ávalos le sudaban las manos como nunca antes en su vida cuando subió al pequeño estrado a dar el primer mensaje de su campaña. Vibraba por dentro de emoción mientras su corazón parecía que se le salía de la emoción. Desde que se inició en la política se autoimpuso un reto para demostrarse que sí podía ser digna de ella: tener influencia social y política y convertirse algún día en gobernadora.
Tlaxcala es un estado pobre que depende en más del 90 por ciento del subsidio económico de la Federación. Todo el dinero que recibe lo destina a la salud y seguridad y programas sociales. Simplemente lo que genera la economía local es insuficiente. La agricultura, las manufacturas y el turismo son sus principales motores económicos.
En Tlaxcala 3 de cada diez habitantes viven en un estado de marginación muy alto, apenas y reciben un salario mínimo, en tanto la mitad de la población, la mayoría de las zonas rurales, reciben entre uno y dos salarios mínimos, mientras 4 de cada diez habitantes vive de la economía informal.
Anabell Ávalos se ha planteado recorrer todo el estado en los 60 días de campaña para recoger las demandas de sus paisanos y establecer compromisos de gobierno.
Ávalos en su discurso inaugural se comprometió a trabajar para un futuro de bienestar y prosperidad, a luchar por el bienestar de las familias, de las mujeres y los jóvenes.

domingo, 4 de abril de 2021

Contracolumna • DE LA PLAZA PÚBLICA A LA VIDEOPOLÍTICA • ADIÓS A LAS CAMPAÑAS A LA “ANTIGÜITA”



JOSÉ MARTÍNEZ M.


Llegó la hora de la videopolítica: donde una imagen vale más que mil palabras. Hoy las campañas son cortas y los resultados inesperados.
Las campañas políticas ya no serán en la plaza pública como antaño. Eso quedó atrás.
La pandemia también vota y vino a modificar el escenario electoral.
Como parte de la “nueva normalidad”, los partidos y sus candidatos no lucharán por conquistar ciudadanos sino video-electores.
En nuestro país el 71 por ciento de la población tiene acceso a Internet (según la última Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en colaboración con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Lo anterior significa que en México hay 80.6 millones de usuarios de internet, aunque las conexiones móviles alcanzan al 90 por ciento de la población.
Este es el panorama de las conexiones digitales en el arranque de las campañas de las que son, hasta ahora, las elecciones más grandes –pero no por ello las más concurridas– en la historia del país.
En el 2018 las conexiones digitales fueron determinantes en las elecciones presidenciales. Incluso Obrador las llamó “benditas redes sociales”. El tabasqueño ahora detesta a Twitter y Facebook. Para él terminaron por convertirse en una auténtica pesadilla. Las redes sociales se revirtieron como un boomerang para Obrador.
No obstante el nuevo escenario del distanciamiento social derivado de la pandemia, va a registrar un impacto sin precedentes, muchos candidatos recurrieron desde el primer minuto de este domingo a los usos y costumbres de la añeja fórmula política de emprender sus campañas en la plaza pública. No está mal, es parte de las estrategias pero también han cambiado las formas de hacer política.
La comunicación de masas ha cambiado. Mientras en la plaza pública se puede reunir a unos cuantos cientos de simpatizantes, los políticos pueden conectar a millones de personas a través de los medios digitales. De tal manera se cumple la sentencia de los expertos en comunicación: No hay política sin medios y no hay medios sin política.
Los medios digitales ahora son actores políticos. La información que fluye en estos medios construye una agenda que se relaciona con candidatos y ciudadanos. De tal suerte que hoy está más claro que nunca la interdependencia entre el sistema político y el sistema mediático.
En el mundo hay una nueva generación de electores como resultado de la influencia de los medios digitales. Las masas ahora son video-dirigidas tal y como lo planteó desde hace buen tiempo el sociólogo Giovanni Sartori quien desde finales de los noventas había advertido sobre la influencia de los medios en las masas y en la agenda política, como parte del surgimiento del Homo Videns.
Lo lamentable es que una gran mayoría de los candidatos carecen de una agenda de discusión sobre los temas más relevantes del proceso electoral a partir de la correlación con los medios digitales. Muchos candidatos siguen atrapados en las añejas y anquilosadas formas de hacer política como en los viejos tiempos.
Los medios de comunicación se han convertido en actores políticos y en el espacio digital, en dónde su información construye una agenda que se relaciona con candidatos y ciudadanos.
El concepto de democracia también está cambiando con las nuevas formas de hacer propaganda política.
La interrelación del sistema político y de opinión pública ha dado paso a la aparición de nuevas formas de hacer política dejando atrás el modelo de la democracia liberal.
Los políticos aún no han valorado que vivimos en una nueva sociedad de la comunicación como parte de la posmodernidad.
Hoy los partidos viven una etapa de fragilidad y no atinan a desentrañar las nuevas formas de hacer política.
Las campañas a la vieja usanza ¿Y usted señora: qué prefiere? ¿Ser rica o ser pobre? Ya se acabó.
Ahora son los tiempos del show político y de la actuación histriónica de los políticos. El nuevo espacio virtual busca a toda costa el raiting como parte del marketing político.
El éxito electoral depende del posicionamiento de los candidatos dependiendo de su exposición en los medios no importa que hablen de simples estupideces.
La nueva realidad mediática ha transformado las reglas tradicionales de los procesos políticos y electorales por nuevas realidades simbólicas que han puesto el acento en las formas de realizar el quehacer político y ya no en el contenido de las propuestas.
En la nueva realidad simbólica lo que cuenta es el sensacionalismo de los candidatos políticos para atraer a las masas.
De esta forma, se transformó la plaza en videoplaza, la política en videopolítica, la promoción política en videodestape , los mítines en videomítines, la marcha en videomarcha, la denuncia en videodenuncia, la presión política en videopresión, la ejecución política en videoasesinato, el terrorismo en videoterrorismo , los sufragios en votaciones electrónicas, el gobierno en telecracia, y la democracia en videodemocracia.

jueves, 1 de abril de 2021

Contracolumna * OBRADOR POR ENCIMA DE LA LEY * UNAM, INE, JUECES Y ELECCIONES


JOSÉ MARTÍNEZ M.


En una etapa tan complicada como la que atraviesa el país, a la Facultad de Derecho de la UNAM “le cayó como anillo al dedo” –como diría el clásico– el reconocimiento como una de las mejores escuelas a nivel mundial.
Con sus asegunes, la UNAM –como muchas otras universidades– es una isla entre las instituciones públicas del país. Y justo cuando el presidente Obrador se ha pronunciado en contra de los juristas y profesionistas del Derecho, a los que se ha atrevido a acusar de “traidores” de la patria por defender a las empresas, nuestra universidad se afianza como la máxima casa de estudios en el rubro de Derecho y Estudios Jurídicos en el QS por asignaturas en la clasificación mundial de universidades correspondientes al año 2021 (Law & Legal Studies, QS World University Rankings by Subject 2021).
La merecida distinción a la Facultad de Derecho corresponde a una evaluación de más de 5 mil universidades de todo el mundo en lo que se refiere a dicha asignatura. Esta escuela es la mejor de Iberoamérica y la número 34 a nivel global.
Mientras aumentan los reconocimientos académicos a la UNAM, el presidente Obrador es reprobado de manera constante. El gobierno de la “cuarta transformación” se ha caracterizado por vulnerar el Estado de Derecho. La frase que acuñó el tabasqueño de “mandar al diablo a las instituciones” es una realidad. El de Obrador es un gobierno regido por la ilegalidad y la ausencia de legitimidad en buena parte de la administración pública.
Obrador ha pervertido a las fuerzas armadas al asignar tareas ajenas al ejército, ha cancelado los derechos humanos, ha coartado la libertad de expresión, ha emprendido contra-reformas constitucionales que carecen de legitimidad y legalidad como las energéticas, ha vulnerado las políticas medio-ambientales, lo mismo que a la ciencia y la academia, se ha entrometido en los poderes legislativo y judicial, ha cuestionado de manera facciosa a la autoridad electoral y al sistema de justicia.
Sin considerar el gran fracaso de su gobierno –que consume ya la mitad de su mandato sexenal – en materia de salud pública y cuyos resultados (más de 200 mil muertos por Covid, según Gatell y más de 350 mil, de acuerdo al sistema de salud), deberían indignar a los mexicanos y salir a manifestarse a favor o en contra, según su percepción, en los próximos comicios de junio y en la revocación de mandato prevista para el 2022.
Todos hemos atestiguado cómo Obrador se ha extralimitado en sus funciones presidenciales imponiéndose como el poder de los poderes. Vimos por ejemplo, cómo ordenó a los legisladores de su partido y sus aliados “no cambiar ni una coma” a su contra-reforma en materia de energía eléctrica y de acotar a las empresas que operan en el campo de la industria petrolera. Por esos hechos despotrico contra los jueces que ampararon a las empresas y hubo colaboradores con actitud gansteril como la titular de la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle, quien en una entrevista con Carmen Aristegui lanzó la amenaza de que irían en contra del juez federal Juan Pablo Gómez Fierro, quien suspendió temporalmente la aplicación de la reforma eléctrica.
Como si el poder judicial fuera un apéndice de la “cuarta transformación” Nahle y Obrador exigieron al Consejo de la Judicatura Federal sobre el actuar del juez Gómez Fierro.
El juez Segundo de Distrito en Materia Administrativa, Especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Telecomunicaciones de la Ciudad de México, ordenó mantener suspendidas las consecuencias derivadas del decreto que reforma la Ley Eléctrica.
En las últimas semanas las asociaciones de abogados más representativas han cuestionado al presidente Obrador por vulnerar y violentar el Estado de Derecho.
Los abusos de Obrador lejos de cesar, aumentan. Por ejemplo, convocó a los gobernadores del país como invitados de palo –sin voz ni voto– a un presunto “acuerdo nacional en favor de la democracia”, pero en realidad se trató de una farsa más de sus actos de gobierno –sí se les puede llamar así a las ocurrencias del tabasqueño– con motivo de las próximas elecciones del 6 de junio.
Como en la mafia a los gobernadores les dio un trato de “soplones”, así como cuando un capo o un gánster ordena a sus sicarios cuando les dice “encárgate de esto”.
Con cinismo les pidió denunciar la entrega de dinero del crimen organizado o de la delincuencia de 'cuello blanco' para financiar campañas en sus respectivos estados. Les pidió también impedir la compra de lealtades o conciencias; a no traficar con la pobreza de la gente; a no solapar a tramposos electorales, a evitar el acarreo y relleno de urnas y los animó también a apoyar a ningún candidato de ningún partido; a no permitir que se utilice el presupuesto público con fines electorales.
Es justo lo que él personalmente hace con el presupuesto público dedicado al bienestar social y cuando se autoproclama como el “árbitro” electoral por encima de sus facultades y en flagrancia intromisión en las tareas y responsabilidades del INE.
En la incompetencia de sus responsabilidades Obrador actúa a ciegas más que como dignatario, como el jefe de un clan faccioso más identificado con la derecha conservadora. De ahí que en las mañaneras todos los días saca su metralla para disparar ráfagas de insultos y descalificaciones a sus críticos a los que señala regularmente, a falta de argumentos, como “ligados” al fraude y la corrupción.
La de Obrador es politiquería barata.
En medio de la estulticia y la ineptitud del presidente Obrador no hay mejor oportunidad que el llamado a las urnas el próximo 6 de junio donde estará en disputa el control de la Cámara de Diputados y la elección de 15 gobernadores y miles y miles de cargos en ayuntamientos, congresos locales, regidurías, etc…
La cereza en el pastel será el referéndum para la revocación de mandato en marzo de 2022 sí se reúnen las firmas necesarias para solicitarlo (un poco más de 2 millones votos).
De ahí la guerra sucia de Morena y el presidente Obrador en contra del INE que tiene esa responsabilidad de conducir el proceso electoral y el referéndum.
Ante el enorme y crecimiento mal humor social, Obrador podría perder en las elecciones junio próximo el control mayoritario de la Cámara de Diputados, de ocurrir así el referéndum sería un mero trámite para echarlo a patadas de Palacio.
La sociedad civil tiene la palabra.
No se equivocó la revista Proceso cuando en la portada de su 42 aniversario vaticinó cómo se cernía sobre el gobierno de Obrador el fantasma del fracaso. Sobre cómo la cuarta transformación se perfilaba como una ominosa tragedia sobre el país. Ahí están los cientos de miles de muertos por la pandemia como testimonio de un gobierno criminal, insolente e insensible cuyas autoridades deberían ser sometidas a juicio para deslindar responsabilidades civiles, administrativas y penales.
En una democracia y en un país donde rige el Estado de Derecho sería lo más normal.
No es una frase barata recordar que “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”.
¡Es cuanto!

martes, 30 de marzo de 2021

Contracolumna • TLAXCALA Y LA SAGRADA FAMILIA • EL LATIFUNDIO DE SÁNCHEZ ANAYA



JOSÉ MARTÍNEZ M.

Alfonso Sánchez Anaya –exgobernador de Tlaxcala– tiene una capacidad innata: nació corrupto y morirá corrupto. Esa es su naturaleza desde su origen.
Si el arquitecto catalán Antoni Gaudí hubiera conocido a Sánchez Anaya con seguridad le habría construido un monumento versión 2.0 de la Sagrada Familia.
La esposa, hijos y parientes de Sánchez Anaya abrevan de la ubre del presupuesto federal con la complicidad del presidente Obrador. Como el “Tlacuache” Garizurieta, el exgobernador sigue a pie juntillas la máxima de los miembros de Morena: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
El tlaxcalteca llamado por sus conocidos como el “multichambas” ahora despacha en la Secretaría de Gobernación donde él es el responsable de manejar los fondos públicos de esa institución. Antes hizo lo propio con Alfonso Durazo en la Secretaría de Seguridad Pública, donde ambos dejaron un cochinero.
Anaya manejó a Tlaxcala como un latifundio. Se hizo de la gubernatura con el apoyo de Obrador cuando éste presidía el PRD. Después coincidieron en la Conferencia de Gobernadores que se fundó en 2002 con la integración de mandatarios priistas y perredistas, a la que después de sumaron los panistas. Obrador era entonces jefe de gobierno de la ciudad de México y Anaya despachaba en Tlaxcala.
En esos años la relación comenzó entre ambos a partir un piñón. Obrador con la complicidad de Anaya hizo a su hermano Pedro Arturo dirigente del PRD en Tlaxcala y luego el hijo de Amlo, Gonzalo López Beltrán fue impuesto como coordinador de Morena en tierras tlaxcaltecas.
El obradorismo –para muchos de los expriistas reconvertidos en morenistas– vive la gloriosa etapa de la corrupción institucionalizada. Con Morena, “el que no tranza no avanza”. Esa es una de las enseñanzas de Sánchez Anaya a su pupila Lorena Cuéllar.
Anaya –padrino político de Cuéllar– es uno de sus promotores más fervientes. Lorena, quien sigue los pasos de su alter ego, hizo su “alcancía” con los pellizcos a los multimillonarios recursos que manejó como superdelegada del gobierno de la cuarta transformación. Sus “ahorros” –la manera amable como Lorena Cuéllar se refiere al dinero de sus corruptelas–, ahora son usados para su campaña, una parte de ese dinero se destina a financiar a calumniadores disfrazados de “periodistas” en pasquines y redes sociales.
Sánchez Anaya no es una blanca paloma como pretende hacer creer el presidente Obrador. Como gobernador de Tlaxcala muchos funcionarios y gente común sufrió malos ratos por el alcoholismo de Anaya quien se vio forzado a tomar terapias lo mismo que uno de sus hijos con problemas de alcoholismo y drogadicción.
Cuando recién inició el gobierno de Obrador, el Congreso de Estados Unidos hizo público el informe “México: Crimen organizado y organizaciones de tráfico de drogas”. El reporte fue elaborado por el Congressional Research Service. En ese documento se menciona a Sánchez Anaya por su presunta participación con grupos de la delincuencia organizada.
Excepto Sánchez Anaya –quien es protegido por el presidente Obrador– casi todos los gobernadores mencionados en ese informe han pisado la cárcel, muchos de ellos han sido procesados por diversos delitos. Entre ellos, Javier Duarte (Chihuahua), Roberto Borge (Quintana Roo), Tomás Yarrington (Tamaulipas), Roberto Sandoval (Nayarit), Andrés Granier Melo (Tabasco), Fausto Vallejo, Jesús Reyna y Genovevo Figueroa Zamudio (los tres de Michoacán) y Rodrigo Medina (Nuevo León), entre otros.
Sánchez Anaya –quien pertenece a la gerontocracia de Morena– es uno de los ancianos que hablan como pocos al oído del presidente Obrador.
Hace tiempo cuando un reportero se atrevió a cuestionar al presidente por la designación de la esposa de Sánchez Anaya (María del Carmen Ramírez García), como funcionaria de la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur, sin tener el más mínimo conocimiento de esos asuntos, el tabasqueño de inmediato se defendió como si lo hubiera atacado una avispa.
Para Obrador no había ningún impedimento, aun cuando era obvio que se trataba de un acto de nepotismo, así que para él no hubo conflicto de interés ni influyentismo.
El presidente no iba a permitir que se tocara siquiera con el pétalo de una rosa a la “sagrada familia” de Tlaxcala.
En el ocaso de su mandato Sánchez Anaya –quien tiene abierto un expediente por delitos sexuales, que en su momento abordaremos en este espacio– se quiso hacer el gracioso e imponer como su sucesora a su esposa María del Carmen. Por ese hecho la exprimera dama de Tlaxcala es conocida como “La Hilaria”, en alusión a Hillary Clinton, quien pretendió ser la presidenta de Estados Unidos.
Hace poco nos referimos en este espacio al tráfico de influencias de Sánchez Anaya para vacunarse contra el Covid con la complicidad de funcionarios de Tlaxcala en la que estuvo involucrada la candidata de Morena Lorena Cuéllar, para el exgobernador esos hechos fueron como “pelillos a la mar”.
Anaya quien despacha como titular de administración y finanzas de la Secretaría de Gobernación, acomodó como delegado federal de Gobernación a su hijo Alfonso Sánchez García. El junior ha hecho una fructífera carrera burocrática de la mano de su padre. Se ha desempeñado como funcionario del Instituto del Bienestar, del IMSS y de la Comisión Federal de Electricidad.
No podía faltar en la nómina del gobierno de la cuarta transformación María del Carmen Ramírez García quien cobra como “directora general para el diseño de políticas públicas y Estrategias”.
Anaya como muchos de los funcionarios del gobierno obradorista han asumido sus cargos como auténticos latifundistas, se asumen como propietarios del país. Tlaxcala, es un ejemplo, de la sagrada familia morenista de los Sánchez Anaya que pretenden la prolongación como sanguijuelas con las aspiraciones de Lorena Cuéllar quien se frota las manos como si el estado de Tlaxcala fuera un botón político.

lunes, 22 de marzo de 2021

Contracolumna • POR QUÉ VA A GANAR ANABELL • UNA MUJER EMPODERADA


JOSÉ MARTÍNEZ M.


Tlaxcala va a tener una gobernadora que se llama Anabell Ávalos.
La candidata de la alianza Unidos por Tlaxcala dará una dura batalla electoral. Durante muchos años se preparó para este momento estelar de su trayectoria política.
En el rostro de Anabell se ve reflejado el liderazgo y el empoderamiento de las mujeres. En su agenda política sobresalen los temas sociales, de igualdad de género y políticas públicas para combinar la vida laboral y familiar.
Formada en la cultura del esfuerzo, Anabell se ha impuesto a los cacicazgos de las dinastías políticas que han gobernado en Tlaxcala, incluso se impuso a los cacicazgos de su propio partido.
Su postulación representa la unidad y al mismo tiempo significa una paradoja política porque es inspiradora de un cambio dentro de las estructuras del anquilosado sistema político mexicano.
Anabell se ha comprometido a ejercer un gobierno de coalición -lo cual no es poca cosa- pues sabe que el país reclama nuevas fórmulas en su gobernanza. Para ello tiene el pleno respaldo de los partidos que la postulan: PRI-PAN-PRD-PS-PAC.
Como a todos los políticos que se forman desde abajo, sin padrinazgos y sin el derroche de los presupuestos públicos, a Anabell su trayectoria política le ha costado “sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”, como diría Churchill.
Las últimas encuestas han posicionado a la candidata de Unidos por Tlaxcala a la cabeza de las preferencias ciudadanas.
Respetando los tiempos electorales sin actos de campañas anticipados sin acarreos a la vieja usanza, la tlaxcalteca ha logrado un entorno favorable en su propuesta política. Sin embargo, vienen tiempos difíciles por la injerencia del gobierno federal en los procesos electorales a lo largo y ancho del país.
Los próximos dos meses -a partir del 4 de abril fecha en que empiezan oficialmente las campañas- van a ser de amarres y alianzas con el mayor número de grupos sociales y políticos para lograr cierre fuerte con una base electoral fortalecida y lograr una operación político-electoral el día de la elección.
El prestigio de Anabell, es un plus para la alianza Unidos por Tlaxcala. Más ahora que el liderazgo y la participación política de las mujeres están en peligro, tanto en el ámbito local como global.
Retomó unas líneas con algunos puntos derivados de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011 sobre la participación de la mujer en la política.
Todos sabemos que las mujeres tienen poca representación no sólo como votantes, también en los puestos directivos, ya sea en cargos electos, en la administración pública, el sector privado o el mundo académico. Esta realidad contrasta con su indudable capacidad como líderes y agentes de cambio, y su derecho a participar por igual en la gobernanza democrática.
Las mujeres se enfrentan a dos tipos de obstáculos a la hora de participar en la vida política. Las barreras estructurales creadas por leyes e instituciones discriminatorias siguen limitando las opciones que tienen las mujeres para votar o presentarse a elecciones. Las brechas relativas a las capacidades implican que las mujeres tienen menor probabilidad que los hombres de contar con la educación, los contactos y los recursos necesarios para convertirse en líderes eficaces.
Es indudable que la candidata de la alianza multipartidista Unidos por Tlaxcala se enfrenta a los oscuros intereses que subyacen detrás de los grupos de Morena.
En los últimos dos años hemos atestiguado -desde la llega de Morena al poder- cómo el gobierno se ha mostrado insensible e indiferente ante las mujeres que han sido víctimas de la violencia, incluida la política. Una violencia definida como las acciones agresivas cometidas por una o varias personas que han causado daño físico, psicológico y sexual en contra de las mujeres.
El de Anabell Ávalos es un proyecto de gobierno totalmente contrastante con la realidad que viven actualmente las mujeres del país. Al menos en Tlaxcala la propuesta de Anabell representa un hálito de esperanza.
Eso se pudo constatar ayer cuando miles de simpatizantes de su proyecto político de gobierno, acudieron a manifestar su respaldo en la ceremonia de su registro formal como candidata de la alianza Unidos por Tlaxcala.
Sin duda una propuesta seria y atractiva que contrasta con la de su principal adversaria política que recurre al engaño y la mentira como oferta política. Lorena Cuéllar, la candidata de Morena que hace propaganda electoral con falsas imágenes. En la publicidad de su campaña, aparece el rostro de Lorena Cuéllar con fotografías de sus quince años para atraer incautos, pero cuando la gente la conoce personalmente se llevan menuda sorpresa. Es el horror y el engaño que sintetizan las mentiras de Morena y contra lo cual luchan los políticos que buscan consolidar la democracia del país y no la destrucción de sus instituciones.

domingo, 7 de marzo de 2021

Contracolumna * HOY, UN DÍA TRISTE DE LAS MUJERES * LORENA CUÉLLAR IGUAL QUE MACEDONIO


JOSÉ MARTÍNEZ M.


Todas las mañanas antes del desayuno no sé si el tabasqueño o yo ya estamos ebrios.  Prendo el televisor y la discusión ya está en su apogeo.

Apenas amanece y la sala de conferencias está ya convertida en una especie de taberna. 
Como los parroquianos en las cantinas, el presidente suelta sus ráfagas de insultos y arremete con descalificaciones en contra de la prensa. 
Hace unos días Obrador atacó al New York Times por  cuestionar a Félix Salgado Macedonio. 
Quizás nuestros colegas del Times no saben acaso que el tribunal supremo de la justicia de nuestro país es Obrador. Él decide quién es bueno y quién es malo. Cuál es la prensa buena y cuál es la prensa mala. 
Bueno, el tabasqueño metió en el mismo costal del Reforma y El Universal al influyente NYT, uno de los cinco periódicos más importantes del mundo. El Times fue puesto por Obrador en el cesto de la basura, a donde el tira a los "pasquínes inmundos".
Y sí a él se le hinchan los cojones Macedonio debe gobernar Guerrero y punto. Las críticas de la prensa que se vayan a la mierda. 
Macedonio debe estar  tranquilo, tiene el respaldo del mejor abogado: su amigo el presidente.
La barrera de acero en torno a Palacio es un mensaje a las mujeres: "háganle como quieran". 
Ya sabemos que México no es un país de leyes y que las mujeres no tienen derecho a la justicia. 
Macedonio es un símbolo del obradorismo machista y sexista. 
La violencia contra las mujeres en nuestro país es una "segunda naturaleza", es algo "normal". 
Hombres y mujeres con poder actúan como monstruos. El poder engendra violencia. 
En Tlaxcala, por ejemplo, una mujer de poder como Lorena Cuéllar --candidata de Morena a la gubernatura-- es partidaria de la violencia. 
Cercana al presidente Obrador, madame Cuéllar ejerce la violencia desde el seno familiar. Es la otra cara del abuso del poder. La versión femenina de la violencia.
Así como Macedonio, Lorena Cuéllar estaría impedida por le ley de ocupar un cargo de elección popular o de servicio público.


Lorena Cuéllar no cumpliría el "3 de 3 Contra la Violencia"

La pre candidata de morena al gobierno del estado estaría imposibilitada a ocupar la candidatura

El pasado 10 de noviembre fue publicado el acuerdo del consejo general del INE por el que se aprueban los lineamientos para que los partidos políticos nacionales y, en su caso los locales, prevengan, atiendan, sancionen, reparen y erradiquen la violencia política contra las mujeres en razón de género.

En el apartado IV. del Acuerdo "3 de 3 Contra la Violencia", se menciona la implementación de este mecanismo, consistente en que las y los aspirantes a una candidatura no se encuentren en ninguno de los tres supuestos: la primera, no contar con antecedentes de denuncia, investigación y/o procesamiento por violencia familiar o cualquier agresión de género en el ámbito privado o público. La segunda, no contar con antecedentes de denuncia, investigación por delitos sexuales y; la tercera, no estar inscrito o tener registro vigente como deudor alimentario o moroso.

Lo anterior con relación a los antecedentes de comisión de una serie de delitos y violencia familiar por los que Lorena Cuéllar Cisneros ha sido denunciada por su sobrina Ilenia Montiel Cuéllar, hija de su difunta hermana Aimé, incluyendo fraude, el despojo millonario de una herencia y riesgo de agresión sexual cuando fue recluida por su tía Lorena un centro de “salud”.

La sobrina de la aspirante a la gubernatura ha señalado en diferentes medios de comunicación locales y nacionales que ha sufrido maltrato psicológico, despojo de la herencia de su abuelita por más de 180 millones de pesos, y que fue refundida en contra de su voluntad en diferentes centros de “rehabilitación” sin ser necesario, e incluso refiere que tuvo que dormir al aire libre en una banca del zócalo. (https://www.codigotlaxcala.com/solo-quiero-justicia-y-que-me-den-lo-que-me-corresponde-ilenia-montiel-cuellar / )

Se sabe que el juicio quedó registrado bajo el expediente 333/16-1 en el Juzgado Civil del Distrito Judicial de Hidalgo sin que a la fecha se conozca el resolutivo. A parte de Lorena Cuéllar, también fueron emplazadas Mónica Cuéllar Cisneros y Karina Cuéllar Cisneros por la misma causa.

Por otro lado, en el acuerdo del Consejo General del INE se establece que este mecanismo se adopta por quienes aspiran una candidatura bajo protesta de decir verdad para demostrar su compromiso por erradicar la violencia, así, su implementación por parte del INE brindará mayores garantías para erradicar cualquier tipo y modalidad de violencia contra las mujeres en razón de género.

Aun cuando Cuéllar acusa guerra sucia, lo cierto es que el conflicto judicial que enfrenta con sus hermanas tiene sus raíces en el asesinato de la señora Margarita Cisneros Fernández, en 2002, que provocó la inexistencia del testamento que distribuyera los bienes entre las cuatro hijas y el despojo de los bienes de la heredera, así ha quedado registrado en periódicos nacionales como Excelsior, en donde Lorena Cuéllar Cisneros es señalada por su sobrina de despojo de bienes, con base en acciones fraudulentas 

https://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/05/27/1095200

Pero la sobrina no ha sido la única en denunciar despojo y fraude por parte de Lorena Cuéllar, igualmente su tío Joaquín Cisneros Fernández ha dado testimonio de los abusos perpetrados contra la agraviada. En entrevista concedida a e-consulta Tlaxcala, Don Joaquín Cisneros Fernández reconoció la existencia de un proceso civil al interior de su familia, pero rechazó tajante haberlo elaborado como una estrategia política contra su sobrina Lorena Cuéllar, porque fue iniciado con anterioridad.

En entrevista, Cisneros Fernández precisó que en efecto, existe una demanda de nulidad de la sucesión de bienes de su hermana Margarita Cisneros porque no hubo una repartición equitativa entre sus cuatro hijas: Lorena, Mónica, Aimé y Karina, la tercera de ellas fallecida, pero con descendencia a quienes se debía transmitir íntegramente el derecho.

El ex presidente municipal de Tlaxcala dijo que Lorena Cuéllar y Mónica se quedaron con la mayor parte de los bienes que ascienden a unos 180 millones de pesos y que su sobrina Ilenia, hija de Aimé recibió solo una casa con valor aproximado de 500 mil pesos, "no se le entregó lo que le correspondía, me pidió apoyo porque soy abogado, pero también soy su tío y procedimos, entonces no tengo otro interés que defenderla porque tienen derecho a recibir lo que le corresponde".

Cisneros Fernández dijo que Margarita Cisneros murió intestada y en proceso de sucesión la repartición tenía que ser en partes iguales, pero en el transcurso falleció Aimé, a quien le sobrevivieron dos hijos que fueron afectados en la distribución del patrimonio. ( http://www.e-tlaxcala.mx/nota/2016-05-28/elecciones/juicio-contra-hermanas-cisneros-es-un-caso-familiar-no-politico-joaquin )

Estos antecedentes de violencia imposibilitarían moralmente a Lorena Cuéllar Cisneros a contender en las próximas elecciones sin ser señalada como una mujer violenta contra su propia sangre.

Fuentes: Excelsior, 

www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5604597&fecha=10/11/2020 

www.e-tlaxcala.mx www.codigotlaxcala.com